sábado, 15 de diciembre de 2012

El Manifestódromo de Madrid será inaugurado en 2013.

      
       Durante la última semana del mes de Octubre, la villa de Madrid acogió la celebración de ochenta y siete manifestaciones legales. Concretamente, el viernes diecinueve, hubo cuarenta y seis concentraciones, más la de la plantilla del Atleti, que ese fin de semana jugaba en el Calderón.

 

“Luego dicen que los liberados sindicales somos unos vagos, y que no trabajamos”. Quien así habla es Armando Pollos. Comenzó a temprana edad su andadura en la lucha obrera. Con diez años, ya estaba afiliado al sindicato de monaguillos de los Padres Escolapios. “Ser manifestante es una profesión vocacional. Esto no se paga con dinero. Estás siempre a la intemperie, sea invierno o verano. Tienes que soportar un día el frío polar y al mes siguiente, un calor sofocante. Por no hablar de la inestabilidad laboral. Cuando gobierna el PSOE, el volumen de trabajo baja necesariamente. Aunque congelen las pensiones, y bajen el sueldo a los funcionarios, son “los nuestros”, y no vamos a ser tan cainitas como para manifestarnos contra ellos.

 

En cambio, cuando los peperos llegan al poder, entran un montón de pedidos. Este año no he tenido un fin de semana libre, y sólo he disfrutado de dos semanas de vacaciones. Es un trabajo muy estresante. Mire mi agenda de hoy: A las once, una marcha de la Asociación de Tai Chi Taoista de España, para reivindicar que se prohíba el uso de la palabra chinorri, con carácter peyorativo. Luego a las doce, la sentada de la Asociación Igualdad Animal, para pedir que Kiko Rivera pueda concursar en La Voz, con cantantes humanos. Media hora después, la inauguración en la Fnac Callao de la retrospectiva: “El movimiento sindical en tiempos de Felipe II”, una exposición de fotografía digital, que contará con la presencia del autor, convenientemente desembalsamado para la ocasión. Y entremedias, un acto de confraternización con la Unidad de Intervención de la Policía, para que los compañeros más jóvenes vayan conociendo como es una lechera por dentro. Para este evento voy a delegar en mi hijo Armandito, que es el que va a seguir la tradición familiar. Tiene que ir fogueándose, y aprendiendo a linchar maderos y a insultar en público”.

 

Armando Pollos reivindica las bondades del movimiento asambleario y la lucha callejera: “Este tema lo han estudiado hasta en una universidad americana. Las manifestaciones crean riqueza. Son una fuente enorme de colocación temporal, y no me refiero a los porros, sino al empleo. Damos trabajo a los bares, a los barrenderos, a los sanitarios, y a los antidisturbios. Por no decir nuestra repercusión en la gastronomía. Con la inestimable ayuda de la policía, hemos puesto de moda las tortas con sirope, el lechazo al horno, los huevos rotos, y el arroz con leches.”

 

“Desde que ganó el Rajoy, estamos pujantes. Todos los sábados por la noche salimos por la tele, en “El Gran Dewater”. Hasta nos ha recibido el Delegado del Gobierno, don Rubén Gañoso. Nos ha propuesto construir un recinto estable para nuestras concentraciones. Se llamaría Manifestódromo de Madrid, y estaría ubicado en plena naturaleza, fuera del área metropolitana. Dice que lo hace por nuestra salud, y para que mejoremos nuestra calidad de vida. A diferencia de la contaminación ambiental que existe en el Paseo de la Castellana, en Valdebebas se respira aire puro. 
 
 
 
 

 

El excelentísimo señor delegado es un atlético furibundo, y como la ciudad deportiva del Real Madrid se encuentra precisamente en Valdebebas, está encantado con la idea de construir allí el manifestódromo. Nos ha prometido exenciones fiscales si entre manifa y manifa, reventamos los entrenamientos del eterno rival, y nos colamos en las ruedas de prensa de Mourinho para darle un poquito por culo.

 

Quiere que nos traslademos en Diciembre de 2013 coincidiendo con el día de los Santos Inocentes. Tiene un interés especial en que inauguren el recinto los trabajadores de la sanidad pública madrileña. Nadie conoce el porqué de esa obsesión. Extraña mucho, dada la actitud sistemática de las autoridades, que se niegan a negociar con este sector, cuando en otras ocasiones, se sientan a hablar hasta con terroristas. Hay quien dice que Rubén Gañoso  quiso ser sanitario, pero no le dio la nota para entrar en la universidad. ¿Quién sabe?

 

Al principio no estábamos muy convencidos con el cambio. Son muchos años, y le tenemos cariño al centro de Madrid. Hay un componente sentimental muy fuerte, pero los tiempos han cambiado. Se ha perdido el romanticismo. Antes había nobleza. Si le abrías la cabeza a un policía, él te devolvía el golpe, y cuando acababa la mani, te fundías con él en un abrazo, y te ibas de vinos. Ahora eso es impensable, como se te ocurra atizarle a uno, te buscas la ruina.

 

Don Rubén parece un hombre de fiar. Es una persona con la que se puede hablar, y en nuestras conversaciones, siempre ha demostrado un gran conocimiento del movimiento sindical. Está muy sensibilizado con la lucha obrera. Me ha enseñado la maqueta del proyecto, y es impactante. A primera vista, parece el campo de exterminio de Mauthausen, con su chimenea y todo. Será tan alta como las Torres KIO, y se verá desde la sierra madrileña. Al final del circuito por donde discurrirán las manifestaciones, se van a construir unas naves enormes llamadas cámaras, dotadas con tuberías en el techo. Dice el delegado que son duchas comunitarias para mantener la higiene, porque al aglomerarse  tanta gente, acaba oliendo a chotuno. Como a Valdebebas no llega todavía el metro, los manifestantes vamos a disponer de un tren de mercancías que unirá el intercambiador de Plaza de Castilla con el futuro manifestódromo. Lo único malo es que nos pagan sólo el billete de ida. Pero eso lo negocio yo y conseguimos ida y vuelta by the face.
 
 
 
 

 

Rubén Gañoso asegura que Valdebebas será nuestra última morada. Por eso quiere que nos sintamos como en casa, y nunca mejor dicho. A los líderes sindicales, nos ha ofrecido la posibilidad de adquirir un ático, con una rebaja del 70%, sobre el precio original. Por lo visto, después de quedarse él con los mejores, y de repartir el resto con la gente del partido y los amiguetes, todavía queda una montonera de pisos sin vender. El fascista de turno nos llamará corruptos, pero como afirma el Gobierno, se trata de una operación de dinamización del suelo rústico, absolutamente transparente, y dentro de la más estricta legalidad.

 

Además, me pone un coche con chófer rumano nacionalizado, para que no ocupe plaza de extranjero. Ya verás cuando vaya al pueblo en verano, que orgullosa la abuela: ¡Casa y coche, como los futbolistas! Don Rubén es un buenazo. Si acepto el trato, se compromete a dar trabajo a mis otros hijos, en el futuro Euro Vegas. A Jessica Vanessa le hará un contrato en prácticas de bailarina liberal, y a Pedro José, le pagará por horas como matón en un casino.

 

Como en otras coyunturas de progreso, el sector crítico del sindicato se ha opuesto a nuestro ambicioso proyecto. Inés Quirol, líder de los opositores, mantiene que nos están engañando. Y lo dice alguien que militaba en las Juventudes del PP durante la etapa universitaria. Estas pijas son todas iguales, están buenorras, pero no tienen cerebro. Defiende que si nos vamos a trabajar al campo, no habrá cortes de tráfico, ni algaradas callejeras. Por tanto, no saldremos en los medios de comunicación, y en consecuencia, nuestra capacidad coercitiva sobre el político opresor de turno, será inexistente.

 

Pues yo, Armando Pollos, proclamo que la familia sindical está de enhorabuena. Lástima que existan  personajes cortoplacistas como Inés Quirol, carentes de altas miras, y de perspectiva política. El manifestódromo es un ambicioso proyecto de ingeniería civil, que pondrá a Madrid a la cabeza de las grandes capitales europeas como Río de Janeiro, y su famoso sambódromo. ¡Que así sea!” VanityFreakNews.
 
 
 
 

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