sábado, 24 de noviembre de 2012

El anillo de Saturno aparece en una casa de empeños de Tarragona.


Una vez más, los miembros de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado han estado a la altura de su bien merecida fama. Si hace unos meses, recuperaron el Códice Calixtino, en la madrugada de ayer, culminaban con éxito la operación “Pan Tumaca”.
 

La llamada de un anónimo que no quiso identificarse,  alertó al Grupo Especial de Operaciones de la policía. El protocolo de emergencias se activó de inmediato, pero el problema es que los agentes llevan un año desplazándose en transporte público y vestidos de paisano, porque no hay dinero ni para gasolina ni para uniformes. Para colmo, ese día había huelga de transportes. Así que ocho horas después de la llamada telefónica, y vestidos con chándal y deportivas, los integrantes de la elite policial española, tomaron al asalto una conocida casa de empeños tarraconense, regentada por una pareja de octogenarios. Éstos, defendieron su local sólo con uñas, porque desde hace un lustro, ya no les quedan dientes.

 
En la trastienda, convenientemente desmontado y cubierto por bolsas de plástico ecológicas, se encontraba el anillo de Saturno. Además, los agentes policiales se incautaron de varias pistolas de agua, dos plantas de marihuana, una caja de bombas fétidas caducadas, una foto con dedicatoria, de Sarita Montiel en sus años de mocedad, una braga naútica de cuadros, una barretina firmada por los jugadores del Barça de tiempos de Kubala y treinta euros en metálico. Albert Borroso y Adriá Garrao, dueños del negocio, se acogieron a su derecho constitucional, y no dijeron ni una palabra, alegando que no estaba presente su abogado.
 

Albert y Adriá, habitualmente iban estreñidos, y como todos los abuelos, estaban obsesionados con la idea de no realizar deposición, al menos una vez al día. Aunque oficialmente, los métodos policiales de tortura no existen, todo el mundo sabe que extraoficialmente, se sigue aplicando el código rojo. Así las cosas, los dos ancianos fueron sometidos a una dieta hiperastringente a base de manzanas y arroz cocido. Al tercer día de no evacuar, cantó la gallina. Adriá, el más lenguaraz, se derrumbó y lo confesó todo:
 
 
 
 

“Desde la multitudinaria manifestación de la última Diada, TV3 anuncia constantemente que la independencia de Cataluña es inminente. Nosotros estamos muy mayores, y esto nos viene grande. Somos catalanes de varias generaciones, y nunca nos hemos planteado si eramos sólo de aquí, o también de allá. Queremos lo mismo que demanda un andaluz o un castellano, un plato de comida tres veces al día, un cochecito, una casita y un dinerillo para las vacaciones. Lo demás son historias de ciencia ficción. Pero el asunto es otro. Mis hijos y mis nietos dicen que en el colegio les enseñaron que el resto de España roba a Cataluña, que los otros españoles nos odian, que independientes seríamos ricos, y en cambio, unidos a España, debemos cuarenta y cuatro mil millones de euros. Y lo peor de todo, nuestros políticos afirman que Guardiola no podrá ser santo sin antes ser beato, y que además tiene que haber muerto previamente. ¡Intolerable, nen!
 

Nos han empujado a ser secesionistas, y con el arrojo propio del nuevo creyente, hemos abrazado esta causa radicalmente. Así que el señor Albert y yo estuvimos en la manifestación, con nuestra nueva bandera, la estelada, porque la senyera ya no mola. Eramos muchos. No veía tanta gente desde que siendo yo joven, una vez regalaron entradas para ver una corrida de toros en la Monumental. Según los organizadores, en la Diada salimos a la calle un millón y medio de personas. Según la Delegación del Gobierno, apenas doscientos mil, pero es que como aquí se come tan bien, y nos ponemos ciegos a fuet, pues luego abultamos mucho, y parece que hay más gente. Mi vecino, Mateu Conpastas, oyó en Catalunya Radio que la COPE había denunciado que la organización había pagado el autobús y el bocadillo a gente de otras provincias, para que vinieran a la Diada. Cierto es que de vez en cuando te topabas con grupos de personas ataviadas con el uniforme independentista reglamentario (estelada al cuello en forma de capa, y los colores de la bandera pintados en la cara), que no paraban de mirarlo todo con admiración, y de repetir: ¡Pues tenían razón, qué gran ciudad es Barcelona! Mi peluquero, Raimon Sterjaig, dice que las imágenes de televisión se modificaron digitalmente, creándose por ordenador millares de avatares secesionistas.


El caso es que días después de la manifestación, recibimos una llamada de la Generalitat. El president Mas tenía una misión  para nosotros. Había conseguido internacionalizar el conflicto catalán, gracias a sus entrevistas en los medios de comunicación extranjeros. Ahora quería universalizarlo. Él sabía que en mi pueblo tenemos el record de altura de castells, y nos pedía que como patriotas catalanes, subiéramos a Saturno haciendo una torre humana, para colgar en su anillo una pancarta con la leyenda “Catalonia, next state in Europe”. Albert me dijo: ¿Catalonia? ¿En inglés? ¿Pero no nos habían enseñado nuestros políticos que no se podía decir Cataluña, sino Catalunya, Girona o Lleida, porque los topónimos sólo existen en su lengua materna? Mira Albert, yo tampoco lo entiendo, pero más sabrá Mas que nosotros. Él tiene estudios, y además sabe idiomas. Céntrate en lo nuestro, actúa y no pienses, que ya sabes lo que nos han dicho: Esta misión es trascendental para el estado catalán.
 


 

Dicho y hecho, reclutamos para la causa a todos los jóvenes de la comarca, y plantamos el castell más alto de la historia. Subieron y subieron, y cuando el Jordi, mi nieto pequeño, iba a colocar la pancarta, se me ocurrió una cosa. Si fuéramos independientes de España, el Barça tendría que jugar en la futura liga catalana, con el Nastyc, la Gramanet, y el Roses, por ejemplo. Esos partidos no le iban a interesar a nadie, con lo cual no habría ingresos por taquilla ni por televisiones. Entonces, los jugadores no podrían tener esos sueldos millonarios, y se irían a jugar a los equipos de España. ¡Osti, tú, que el Messi acaba en el Madrit!. ¿No será lo de la independencia una argucia de Florentino Pérez para desestabilizar al Barça?. Le dije al Jordi: mejor os bajáis el anillo, y lo subastamos por eBay. Con lo que saquemos creamos un fondo de provisión para pagar en el futuro a nuestras estrellas, y le hacemos un buen regalo al Messi por el nacimiento de su hijo Thiago, para que esté contento y no se vaya a otro equipo.
 

En cuanto empezamos la subasta en internet, recibimos una oferta astronómica de un intermediario de un hombre de negocios chino, un tal Gao Ping. Con ese dinero mantendríamos la plantilla íntegra, y además podríamos robarle a Cristiano al Madrit. Estábamos descorchando el cava para celebrarlo cuando nos dicen que encendamos la tele. El famoso locutor Maciá Pajas, anunciaba que el conocido empresario Gao Ping había pasado a disposición policial, como presunto cabecilla de una red mafiosa. Otra vez Florentino Pérez enredando, seguro que había sido él quien lo denunció.

 
Y aquí estamos, señores agentes: Compuestos y sin comprador. Si nos detiene y frustra la venta, ustedes serán responsables del desmantelamiento del mejor Barça de todos los tiempos. La historia los juzgará. Ustedes deciden”. VanityFreakNews.

 

 

 

 

 

 

sábado, 17 de noviembre de 2012

Las señoras mayores cobrarán por taparse la cabeza con una bolsa de plástico cuando llueve.


Una de las estampas más entrañables de cualquier ciudad española, es la de esa típica señora mayor que en cuanto empieza a chispear, se cubre la cabeza con una bolsa de plástico. Se trata de un fenómeno autóctono, desconocido en otras latitudes geográficas.

Los expertos plantean la hipótesis de la migración, como causa probable de esta tradición. Habría que remontarse a los años sesenta. En plena dictadura, el general Franco destituye a varios de sus ministros militares, y los sustituye por profesionales que provienen del mundo empresarial y universitario. Son los llamados tecnócratas, que desembarcan en los principales ministerios del área económica. España asiste al nacimiento de la clase media, y la economía, tras décadas de estancamiento, empieza a despegar, dando lugar al período conocido como Desarrollismo.

Las empresas florecientes necesitan mano de obra, y se produce un éxodo humano masivo desde las áreas peninsulares arecóricas a las dasícoras. A medida que las zonas rurales de Castilla, Extremadura y Andalucía se van despoblando, hordas ingentes de bárbaros invaden las grandes ciudades. Madrid, Barcelona, Valencia y Bilbao son la tierra prometida, el lugar donde escribir un proyecto de vida que aún tiene las páginas en blanco. Los nuevos conquistadores portan un morral repleto de ilusiones y de esperanza, pero también de embutidos y sardinas arenques envueltos en papel de estraza. Sus usos y costumbres primigenios, chocarán inexorablemente con los modos y maneras de la burguesía. Esta es la historia de mi familia, y la de muchas otras de mi entorno.
 
 

De aquellos barros, estos lodos. En nuestros días, no se concibe una señora de más de setenta años, que no lleve en el bolso una bolsa de plástico. Y uno piensa: Si ya lleva el primero, ¿Por qué necesita la segunda? Craso error. La bolsa es un elemento multiusos que te saca de cualquier apuro. Sirve para que no se quede seco el sangüis de folligrás de la merienda del Jonathan. Se utiliza para guardar el Hola y/o el Semana, previamente sustraído de la sala de espera del dentista. En un momento dado y en manos de David Carradine, puede ser un juguete sexual, potencialmente mortal. Y cómo no, es el contenedor ideal para llevar la sempiterna labor de ganchillo: Esa funda de crochet para el iPhone del yerno, ese pañito de 40x60 cm para cubrir el equipo de música del salón, o esos posavasos icosaédricos con los que quedas como la Preysler delante de las visitas.

En los años de bonanza económica, todas las grandes y pequeñas superficies nos obsequiaban con estos simpáticos elementos para transportar la compra. Y en España, no hay mayor garantía de éxito para un producto, que regalarlo. Si es gratis, triunfarás aunque ofertes mierda podrida.

Así, como si fueran equipos de fútbol, cada señora mayor elegía una u otra marca, con fidelidad casi religiosa. Yo soy del Carrefour decían unas, pues yo del Mercadona, presumían otra. Ser simpatizante del Día era bajar un escalón, porque la calidad de la materia prima no era la misma. Y tener abono del Lidl, pues casi casi como ser forofo del Rayo Vallecano.

Pero llegó la crisis, y se acabó el chollo. Los supermercados empezaron a cobrar por las bolsas. De acuerdo que tres céntimos de euro no van a ninguna parte, pero ya hay que pagar. Y eso es lo que nos jode a los españolitos. Se echaron a la calle los de siempre con lo de siempre: el estado del bienestar, la quiebra de los derechos “que tanto nos ha costado conseguir”, la lucha de clases, etc. Algunos iluminados alegaban que en países como Suecia, modelo de sociedad avanzada, seguían siendo gratis, y además eran de diseño.

Y eso que no habíamos recibido la estocada definitiva: el movimiento ecologista denunció que las bolsas de toda la vida contaminaban, porque tardaban un montón de años en desintegrarse. Argumentaron que de seguir así, nos cargaríamos la Tierra (otra vez). Hay que ver el cabrón este de planeta, todos los años lo matamos una o dos veces. Dicho y hecho, una a una, las empresas empezaron a retirar el preciado tesoro de la circulación. Como otras veces, El Corte Inglés se desmarcó. Bolsas sí, gratis y a demanda. Con un par. Si por algo dice el vulgo, que El Corte Inglés es lo único que funciona en España. Todos contentos. Fin de la historia.

Tararí que te ví. En tiempos de crisis, la sociedad civil se articula, en torno a líderes naturales. Tal es el caso de Jovita Rendueles, presidenta de honor de la Asociación de consumidores del casco histórico de Oviedo, y usuaria habitual de bolsas de plástico. “Nos dan palos por todas partes, y los mayores hemos perdido mucho poder adquisitivo durante los últimos años. Estamos en la obligación de aumentar los ingresos atípicos. Si empieza a orvallar, y yo me tapo con una bolsa de Zara, soy una mujer anuncio, ¿Verdad? Pues entonces tengo que cobrar, mucho o poco, eso ya lo discutirá mi manager. El problema es el habitual. Vamos muy retrasados respecto a nuestros socios europeos, y existe un vacío legal enorme en esta materia. Yo me he metido en abogaos y lo tengo denunciado. Y aquí estoy atendiendo a los medios de comunicación. De momento no os cobro, pero andaros con ojo, que en cuanto pueda os doy el sablazo. Me han llamado todas las televisiones, del Espejo Púbico, del Sálvame Delpús, del Colocón, colocón, de Crónicas Marranas, del Gran Dewater. No voy a ninguno porque el perfil de estos programas no se adapta a mis características organolépticas. Estoy esperando que me llame la Campos para el Qué tiempo tan feliz. Ahí si voy, aunque me pague sólo el taxis. Soy fan suya desde que los Reyes Catódicos echaron a los moros de Granada”.

Aunque Qué tiempo tan feliz se mantuvo en antena sesenta años más, Jovita falleció antes de ver cumplido su sueño. Dos años después de su muerte, el Tribunal de Derechos Humanos de Extraburgos (como decía ella), falló a favor de sus reivindicaciones, y se estableció el canon plástico. Desde entonces, cuando en alguna ciudad de provincias, las nubes lloran agua en honor de esta activista proderechos civiles, siempre hay una señora mayor dispuesta a rendir homenaje a su lideresa.

Como si se tratara de un telefilme americano de sobremesa, la señora en cuestión desenfunda su bolsa de plástico, y mientras se protege la cabeza, mira al cielo. Baja la voz, y como un susurro, repite: ¡Gracias, Jovita, gracias! VanityFreakNews.

 

        

domingo, 11 de noviembre de 2012

Un extorero sale a hombros por la puerta grande del Imaginarium.


Rogelio Padre no podía presagiar que un apacible día de compras, acabaría por convertirse en la faena perfecta, en esa tarde triunfal que nunca tuvo, durante su breve periplo profesional.

Aficionado a la fiesta nacional desde la infancia, comenzó a empaparse de torería en su Ronda natal. Tomó la Primera Comunión vestido con traje de luces, y todos los años coleccionaba los cromos de matadores de toros de Panini. Tentó su primera becerra el verano que vino al pueblo la prima Ana Paqui. Era una protojamelga de cien kilos de peso y ocho añitos de edad, que tenía la querencia innata de embestir a los demás niños mientras jugaban.

Rogelio siempre era el bajito de la clase. Comía como un español cuando va de invitado, y ni aun así crecía. Su padre se acordó de Messi, y pidió cita con el médico que obró el milagro. El tratamiento con hormona de crecimiento había conseguido que el astro argentino alcanzara el metro setenta, pero era tan caro que la familia Padre tuvo que empeñar hasta el braguero incorrupto del tío Cojonciano.

Debutó como novillero bajo el nombre del Niño de la Coquilla. Su baja estatura segó de raíz sus posibilidades de triunfo en el arte de Cúchares. Cuando llegaba a la suerte de banderillas, necesitaba subir en ala delta para alcanzar la testuz del animal. Sus aptitudes físicas recondujeron su carrera, y al poco tiempo acabó recorriendo España con el espectáculo del bombero torero.

Pero no nos desviemos del tema. Nos encontrábamos en la noble villa de Alcorcón, en el Imaginarium del Centro Comercial Tres Aguas. Este local ha abierto su puerta grande solamente en una ocasión. Ocurrió cuando el chófer de Tita Thyssen se equivocó al programar el navegador, y en vez de llegar al elitista Moraleja Green, dio con sus neumáticos en este reducto del cinturón industrial madrileño. Cuentan los cronistas, que cuando Tita bajó de su flamante Audi A8 rosa, lo primero que hizo fue preguntarle a sus asistentes, qué idioma se hablaba en aquellos pagos, y en qué estación del año estaban.

Eran tiempos felices para la baronesa. Aunque su pequeño Borja ya era un zagalón con pelos en los huevos, todavía no había caído en las siliconadas redes de Blanca Cuesta, reina de la belleza poligonera, y actual recordwoman mundial de braguetazo indoor. De hecho, Blanca le arrebató a su propia suegra el record en cuestión. Resulta paradójico que la baronesa no pueda ni verla. Como buena maestra, debiera estar orgullosa de haber sido superada por una alumna aventajada. Pero cada familia tiene su particular idiosincrasia, y no seremos nosotros quienes critiquemos a nadie.

Pues bien, Tita entró en el Imaginarium, y se dirigió directamente hacia las estanterías donde se agolpaban los juguetes de “cero a cuatro años”. Lo compró todo, sí, sí, todo. No quería que su hijo Borja, en sus ratos de juegos, echara de menos algo de lo que había visto en el catálogo. Resultado: Factura por valor de cuatro mil doscientos setenta euros, y salida a hombros por la puerta grande.

Cuando Rogelio abandonó los multicines, desconocía este antecedente. Había visto en versión original subtitulada, “No habrá sal para los hipertensos”. Era la última peli de Jose Coronado, y la gran vencedora de la pasada edición de los Goya. Galardón injusto donde los haya, porque la mejor película del año había sido “Primos”.
 
 

De pronto, las luces intermitentes y multicolores del Imaginarium llamaron su atención (como para no hacerlo), y se vio impelido a entrar. Recorrió con la vista los anaqueles repletos de potenciales regalos, y recordó su infancia, llena de miseria y de alegría. Veía todo aquello y pensaba: “No me extraña que el prototipo de niño tontoelculo sea un fenómeno en alza”. Los sonajeros con música clásica barroca, se alternaban con muñecos que recitaban a Shakespeare en búlgaro continental, y bajo éstos, se disponían los triciclos con iPad nano incorporado.  

Nuestro héroe quería simplemente un balón, una cosa redonda que bota y se le pueden dar patadas, una pelota de las de toda la vida. “De eso no tenemos caballero, vaya a un chino”, le dijo con desdén la vendedora. De comercial tenía el nombre, porque allí se hacía menos negocio que en el sex shop de La Meca. “Entonces, deme un libro, por favor”. “¿Estrato etario?”. “¿Cómo dice?”. “¿Que cuántos años tiene el niño destinatario, señor rural?”. “Seis”. “¿Inglés, inglés americano, español, o lengua cooficial?”. “Español, señorita, español”. “¿Letras y dibujos; sólo dibujos; letras, dibujos y texturas musicales y/o aromáticas?”. “Letrassss, y dibujossss, señoritaaaa”. “Tengo éste, escrito por el negro de Paris Hilton, que viene con un kit de supervivencia en la Milla de Oro, y una invitación para ir a un cuentafiestas”. Los ojos de Rogelio se iban llenando de sangre, y la bilis ascendía por su esófago, buscando deliberadamente la boca, mientras apretaba los puños. Entonces ocurrió.

Una matrona cincuentona interrumpió bruscamente la conversación. “¿Es usted quién creo que es?”. “Supongo que sí, señora”. “Ayyyyyyyyyyy, que os lo había dicho chicas, y vosotras que no, que no, y yo que sí, que sí. Es el Flan, el hijo del Paquirri, el hermano del Gayetano, el hijastro de la Pantoja. Mirad qué planta tiene el Rivera, si es que la tele engorda. Qué buena fisioniomistia soy. ¡Ay, qué alegría más grande! Encarni, bonita, busca en tu esmarfon el politono de Paquito Chocolatero versión house, que el maestro hoy sale de aquí por la puerta grande. Juani, Loli, Goyi, subidlo a hombros, y cuidadito con las manos, que van al pan, y este pan es de lujo”.

Así fue como el simiesco Rogelio fue confundido con el guaperas nacional por excelencia, una panda de barbies postmenopáusicas de extrarradio, tuvo algo que contar en la peluquería la semana siguiente, y una comercial en prácticas, pudo seguir con vida, por obra y gracia del fenómeno fan. Gracias a Dios, la laica Spain is different, y con rescate o sin rescate, lo seguirá siendo. VanityFreakNews.

sábado, 3 de noviembre de 2012

El Ayuntamiento de Madrid anuncia que la M-30 será peatonal.


         “No hay marcha atrás. En 2016, la autopista de circunvalación más importante de Madrid, será peatonal”. Así de rotunda se ha manifestado Eva Cunada, concejala de Sanidad del Ayuntamiento de Madrid, en los cursos de verano de la Universidad Complutense. “En el momento oportuno se informará al concejal de Urbanismo, así como a la alcaldesa, pero la decisión está tomada”.

         Al ser preguntada sobre el posible conflicto de competencias interdepartamentales, que este proyecto podría suponer en el consistorio madrileño, la joven política parleña responde sin rodeos: “Cuando yo me presenté a las urnas, porque nadie me las presentaba, les dije que adquiría un compromiso con todos los madrileños, incluso con los tarados que votan a otros partidos. Madrid es recuperable, hay que ganar Madrid para los madrileños.

Usted no sabe la cantidad de señoras de mediana edad que acompañadas de una amiga, salen a andar todas las tardes, y las que tenemos en lista de espera. No somos partidarios de la fuga de talentos, queremos que estas personas vivan Madrid, y no sientan la tentación de irse a caminar a otras ciudades. Tenemos la generación de señoras de mediana edad más preparada de nuestra historia, y no podemos permitirnos el lujo de desperdiciar ese caudal humano, así como las ingentes cantidades de dinero invertidas en su formación. Las zonas peatonales se han quedado pequeñas, y mantenemos el compromiso de que ninguna madrileña tenga que esperar más de treinta días para tener a su disposición una vía pública, como ya ocurre en las principales capitales europeas”.
 

         Para acometer una obra de esta envergadura, se necesita una inversión importante. Esto no parece un impedimento, aún en tiempos de dificultades económicas: “Las partidas presupuestarias ya están cerradas, pero hay que echarle imaginación. Somos afines a abrir el proyecto a la iniciativa privada. La semana pasada nos visitó un grupo de inversores chinos muy potente, capitaneado por el ministro de Finanzas, señor Chin Gao. Les llevamos a comer huevos rotos a Casa Lucio, luego al palco del Bernabéu. Después cena y bailongo en el Kudéta, y como fin de fiesta, firmamos el contrato en una conocida casa de lenocinio. Acabaron entusiasmados con el Spanish way of life, y quieren volver la semana que viene con más gente.

Los chinos van a construir un gran complejo de ocio que se llamaría La Gran Muralla, y sería una réplica del famoso monumento de su país de origen. Estaría formado por dos hileras, situadas a derecha e izquierda de la calzada, en todo el perímetro de la M-30. Dispondría de hoteles, restaurantes, centros de convenciones, casinos, etc. Estaríamos hablando de veinte mil contratos temporales durante la fase de obras, y posteriormente, diez mil puestos de trabajo fijo, repartidos entre prostitutas, proxenetas, sicarios, y narcotraficantes, algunos de los sectores más castigados por la crisis. Éstas son políticas activas de empleo, que implementarán el turismo de calidad en nuestra ciudad. Además, así le daremos de nuevo en los morros a Barcelona, una vez confirmado que el magnate americano con aspecto de mangante jubilado, ha elegido la capital de España como destino definitivo del EuroPegas”.

         Llegados a este punto, la pregunta que hasta un comentarista de Deportes de Televisión Española haría, es: “¿Y si la M-30 se convierte en peatonal, qué hacemos con los coches?”. Eva Cunada responde con celeridad: “Estamos hablando de la mayor inversión de capital extranjero en España desde que el Chelsea pagó sesenta millones de euros por Fernando Torres, y usted me sale con los coches. Pues se desvían y punto, igual que cuando hay un accidente. ¡Vaya pregunta! Seguro que es usted de la cadena SER. Pues sepa que aquí no somos sectarios como en otras partes. Estamos en conversaciones con el geriátrico “El final está cerca”, para que nos presten a Víctor y Ana durante unas horas. Queremos que este dúo ancestral, amenice el acto inaugural de La Gran Muralla con su inolvidable tema “La muralla”. Para el catering contamos con el político andaluz  Sánchez Gordillo, que como compra al por mayor, y tiene cuenta en todas las grandes superficies, nos va a hacer precio de amigo. El plato fuerte será una simulación de ajuste de cuentas con fuego real, a cargo de dos de las triadas más importantes de nuestra ciudad.
 

Hasta la oposición política nos apoya. Se han puesto como locos de contentos cuando les hemos dicho que vamos a poner bancos públicos para los viandantes, en todo el recinto. Han emitido un comunicado en el que se congratulan por haber vencido al capitalismo. Les llena de satisfacción que en vez de entidades bancarias privadas como el BBVA o el Santander, se instalen bancos de titularidad pública. Lo único que nos ha pedido su líder es que impidamos por ley que ningún miembro del Opus Dei, pueda desempeñar un cargo público en el proyecto. Ya ves tú el tonto este: La pasta la ponen los chinos, así que el Opus le suena a idem”.

Dicen que cada pueblo tiene los políticos que se merece. Si esto es cierto, los españoles debemos ser malos, rematadamente malos. Dejar de votar a unos, para votar a otros, es cambiar Guatemala por Guatepeor. Allá cada cual. Yo esperaré a que Patricio Estrella, el amigo de Bob Esponja, se nacionalice español, y así pueda optar a ser cargo electo algún lejano día. VanityFreakNews.