Una vez más, los miembros
de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado han estado a la altura de su
bien merecida fama. Si hace unos meses, recuperaron el Códice Calixtino, en la
madrugada de ayer, culminaban con éxito la operación “Pan Tumaca”.
La llamada de un anónimo
que no quiso identificarse, alertó al Grupo
Especial de Operaciones de la policía. El protocolo de emergencias se activó de
inmediato, pero el problema es que los agentes llevan un año desplazándose en
transporte público y vestidos de paisano, porque no hay dinero ni para gasolina
ni para uniformes. Para colmo, ese día había huelga de transportes. Así que ocho
horas después de la llamada telefónica, y vestidos con chándal y deportivas,
los integrantes de la elite policial española, tomaron al asalto una conocida
casa de empeños tarraconense, regentada por una pareja de octogenarios. Éstos, defendieron
su local sólo con uñas, porque desde hace un lustro, ya no les quedan dientes.
En la trastienda, convenientemente
desmontado y cubierto por bolsas de plástico ecológicas, se encontraba el
anillo de Saturno. Además, los agentes policiales se incautaron de varias
pistolas de agua, dos plantas de marihuana, una caja de bombas fétidas caducadas,
una foto con dedicatoria, de Sarita Montiel en sus años de mocedad, una braga
naútica de cuadros, una barretina firmada por los jugadores del Barça de
tiempos de Kubala y treinta euros en metálico. Albert Borroso y Adriá Garrao, dueños
del negocio, se acogieron a su derecho constitucional, y no dijeron ni una
palabra, alegando que no estaba presente su abogado.
Albert y Adriá, habitualmente
iban estreñidos, y como todos los abuelos, estaban obsesionados con la idea de
no realizar deposición, al menos una vez al día. Aunque oficialmente, los métodos
policiales de tortura no existen, todo el mundo sabe que extraoficialmente, se
sigue aplicando el código rojo. Así las cosas, los dos ancianos fueron
sometidos a una dieta hiperastringente a base de manzanas y arroz cocido. Al
tercer día de no evacuar, cantó la gallina. Adriá, el más lenguaraz, se
derrumbó y lo confesó todo:
“Desde la multitudinaria
manifestación de la última Diada, TV3 anuncia constantemente que la independencia
de Cataluña es inminente. Nosotros estamos muy mayores, y esto nos viene
grande. Somos catalanes de varias generaciones, y nunca nos hemos planteado si
eramos sólo de aquí, o también de allá. Queremos lo mismo que demanda un
andaluz o un castellano, un plato de comida tres veces al día, un cochecito,
una casita y un dinerillo para las vacaciones. Lo demás son historias de
ciencia ficción. Pero el asunto es otro. Mis hijos y mis nietos dicen que en el
colegio les enseñaron que el resto de España roba a Cataluña, que los otros
españoles nos odian, que independientes seríamos ricos, y en cambio, unidos a
España, debemos cuarenta y cuatro mil millones de euros. Y lo peor de todo, nuestros
políticos afirman que Guardiola no podrá ser santo sin antes ser beato, y que
además tiene que haber muerto previamente. ¡Intolerable, nen!
Nos han empujado a ser secesionistas,
y con el arrojo propio del nuevo creyente, hemos abrazado esta causa
radicalmente. Así que el señor Albert y yo estuvimos en la manifestación, con
nuestra nueva bandera, la estelada, porque la senyera ya no mola. Eramos muchos.
No veía tanta gente desde que siendo yo joven, una vez regalaron entradas para
ver una corrida de toros en la Monumental. Según los organizadores, en la Diada
salimos a la calle un millón y medio de personas. Según la Delegación del
Gobierno, apenas doscientos mil, pero es que como aquí se come tan bien, y nos
ponemos ciegos a fuet, pues luego abultamos mucho, y parece que hay más gente.
Mi vecino, Mateu Conpastas, oyó en Catalunya Radio que la COPE había denunciado
que la organización había pagado el autobús y el bocadillo a gente de otras
provincias, para que vinieran a la Diada. Cierto es que de vez en cuando te
topabas con grupos de personas ataviadas con el uniforme independentista
reglamentario (estelada al cuello en forma de capa, y los colores de la bandera
pintados en la cara), que no paraban de mirarlo todo con admiración, y de
repetir: ¡Pues tenían razón, qué gran ciudad es Barcelona! Mi peluquero, Raimon
Sterjaig, dice que las imágenes de televisión se modificaron digitalmente, creándose
por ordenador millares de avatares secesionistas.
El caso es que días
después de la manifestación, recibimos una llamada de la Generalitat. El president
Mas tenía una misión para nosotros.
Había conseguido internacionalizar el conflicto catalán, gracias a sus
entrevistas en los medios de comunicación extranjeros. Ahora quería
universalizarlo. Él sabía que en mi pueblo tenemos el record de altura de
castells, y nos pedía que como patriotas catalanes, subiéramos a Saturno
haciendo una torre humana, para colgar en su anillo una pancarta con la leyenda
“Catalonia, next state in Europe”. Albert me dijo: ¿Catalonia? ¿En inglés? ¿Pero
no nos habían enseñado nuestros políticos que no se podía decir Cataluña, sino Catalunya,
Girona o Lleida, porque los topónimos sólo existen en su lengua materna? Mira
Albert, yo tampoco lo entiendo, pero más sabrá Mas que nosotros. Él tiene
estudios, y además sabe idiomas. Céntrate en lo nuestro, actúa y no pienses,
que ya sabes lo que nos han dicho: Esta misión es trascendental para el estado
catalán.
Dicho y hecho, reclutamos
para la causa a todos los jóvenes de la comarca, y plantamos el castell más
alto de la historia. Subieron y subieron, y cuando el Jordi, mi nieto pequeño,
iba a colocar la pancarta, se me ocurrió una cosa. Si fuéramos independientes
de España, el Barça tendría que jugar en la futura liga catalana, con el
Nastyc, la Gramanet, y el Roses, por ejemplo. Esos partidos no le iban a
interesar a nadie, con lo cual no habría ingresos por taquilla ni por
televisiones. Entonces, los jugadores no podrían tener esos sueldos
millonarios, y se irían a jugar a los equipos de España. ¡Osti, tú, que el
Messi acaba en el Madrit!. ¿No será lo
de la independencia una argucia de Florentino Pérez para desestabilizar al
Barça?. Le dije al Jordi: mejor os bajáis el anillo, y lo subastamos por eBay.
Con lo que saquemos creamos un fondo de provisión para pagar en el futuro a
nuestras estrellas, y le hacemos un buen regalo al Messi por el nacimiento de
su hijo Thiago, para que esté contento y no se vaya a otro equipo.
En cuanto empezamos la
subasta en internet, recibimos una oferta astronómica de un intermediario de un
hombre de negocios chino, un tal Gao Ping. Con ese dinero mantendríamos la
plantilla íntegra, y además podríamos robarle a Cristiano al Madrit. Estábamos descorchando el cava
para celebrarlo cuando nos dicen que encendamos la tele. El famoso locutor Maciá
Pajas, anunciaba que el conocido empresario Gao Ping había pasado a disposición
policial, como presunto cabecilla de una red mafiosa. Otra vez Florentino Pérez
enredando, seguro que había sido él quien lo denunció.
Y aquí estamos, señores
agentes: Compuestos y sin comprador. Si nos detiene y frustra la venta, ustedes
serán responsables del desmantelamiento del mejor Barça de todos los tiempos.
La historia los juzgará. Ustedes deciden”. VanityFreakNews.
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