Esta mañana, el conocido actor Toni Cantó, ha dado la voz de
alarma sobre las devastadoras consecuencias que podría tener la llegada del año
2000 en el funcionamiento de nuestros ordenadores. Una vez más, la red social
Twitter, ha sido el medio de expresión elegido por el popular intérprete para
hacer pública su última deyección intelectual: “El efecto 2000 puede colapsar
nuestros equipos informáticos”, ha tuiteado angustiado el bueno de Cantó.
Como en ocasiones anteriores, inmediatamente se ha
convertido en trending topic mundial, y ha sido objeto de mofa por parte de los
internautas. Tanto es así, que ya se le conoce cariñosamente como el antirey
Midas, porque todo lo que tuitea lo convierte en mierda.
En su cuenta oficial de Twitter, Cantó hace diariamente un
canto a la vida, y comenta de forma distendida la más rabiosa actualidad: “Celebrando
con cava el final de la dictadura franquista”, “Vaya temazo el La, la, la. Veo
a Massiel con posibilidades de ganar Eurovisión”, “Felicidades al Real Madrid
por su primera Copa de Europa”, “Qué buena pinta tiene el nuevo Seat
Seiscientos”, “Preparado para ver con amigos la llegada del hombre a la Luna”,
o el ya famoso “Muere Albert Hofmann a los 102 años”. El problema es que el óbito
del creador del ácido lisérgico, había ocurrido en 2008.
La comunidad científica internacional estudia desde hace
años la extraña patología que afecta al político valenciano de UPyD, y que
podría frenar en seco sus legítimas aspiraciones: “Sé que mi nombre está en las
quinielas para ser designado valido de Fernando VII, pero ese es un honor del
que no soy merecedor todavía”. Y es que desde que Toni Cantó interrumpió
temporalmente su fulgurante carrera en Hollywood, “Ahora mis papeles se los
reparten actores nuevos como Tony Curtis, Anthony Quinn y Anthony Perkins,
todos antonios como yo”, la política ha llenado su vida. “Quise afiliarme al
partido de don Antonio Cánovas del Castillo, pero por la inoperancia de los
políticos actuales, internet en mi casa de Valencia va fatal, y salía que ese
partido ya no existe”.
Minabo Taduro, profesor de Medicina virtual aplicada, de la
Universidad de Osaka, plantea una hipótesis sobre el mal que aqueja a Toni
Cantó: “En mi larga carrera no he visto un paciente semejante. Con los datos
que tengo, y descartadas la anencefalia congénita y la lobotomía yatrogénica seriada,
deduzco que puede tratarse de un cuadro de carnificación vivencial diferida.
Hablamos de una enfermedad de la que no hay ningún caso descrito en humanos,
caracterizada porque el paciente tarda años en ser consciente de los
acontecimientos cotidianos. Es como si viviera en una época pasada. No existe
riesgo vital, pero la persona experimenta una sensación de irrealidad profunda,
padeciendo serios problemas en sus relaciones laborales y familiares.
Cualquiera dirá que esto es lo que le pasa a todos los
políticos españoles, pero lo de Toni Cantó es mucho más gordo. Imagínense que
UPyD gana las elecciones y es nombrado Ministro de Exteriores. Primer viaje
oficial: la Casa Blanca. Le recibe Obama y él monta el pollo porque exige
reunirse con el Presidente Clinton, y no con un subalterno desconocido. Es un
problema muy serio”.
Tinet Pinete, amigo de la infancia de Toni aporta su visión
del asunto: “Él siempre ha sido así. En el colegio le quitábamos todos los
recreos el Bollycao, y tardaba un año escolar en enterarse, así que para
entonces ya se le había pasado el cabreo. Sus novias le ponían unos cuernos
tremendos. Cuando tiempo después era consciente, como ya estaba saliendo con
otra, no le daba importancia. Collejas se ha llevado todas las del mundo.
Venían niños de otros pueblos de Valencia a darle al Toni. Era conocido como el
collejet. Volvía a casa con la nuca
colorada, pero sin coscarse de nada”.
Las lágrimas cubren el ojo derecho de Tinet (el izquierdo es
de cristal): “No, si no es que me emocione, es que me estaba acordando de cómo
actuaba Toni. ¡Qué malo era, por Dios bendito! Para mí es como un hermano. Hace
cinco años me prestó treinta mil euros, y yo estoy aguantando sin hacer
intención de devolvérselos, porque todavía no los ha echado en falta.
Lo que sí me da un poco de miedo es la reacción que pueda
tener al volver a visionar algún día, una de sus últimas películas. Él hizo
“Todo sobre mi madre” con Pedro Almodóvar. La ha visto quinientas veces.
Siempre dice que el personaje que deja preñada a Penélope Cruz contagiándole el
VIH, para luego hacerse travelo, es patético. Sostiene que al actor que lo
interpreta habría que emascularlo, trocear sus genitales con un cuchillo
japonés de la Teletienda, y repartir después los fragmentos por todos los
confines del estado español. Naturalmente, no es consciente de que ese actor es
él. No quiero ni pensar la barbaridad que pueda llegar a hacer Toni cuando su
vivencia demorada se haga presente en la actualidad. Es capaz incluso de
abandonar su carrera artística, como ya hiciera su carrera artística con él
hace años.
Agradezco esta entrevista y quisiera aprovechar la
oportunidad para dar cobertura informativa a una iniciativa. Su enfermedad en
España no tiene cura, pero en Japón trabaja el científico que más sabe en el
mundo de carnificación vivencial diferida. El viaje y la estancia son muy
caros, y no nos llega con el sueldo de diputado nacional de Toni. Ya de por sí es
pequeño, y más después de los sablazos que le damos los amigos.
Así que hemos
organizado una carrera ilegal de coches de época, y todos los beneficios irán
destinados a pagar el tratamiento del único político honesto que hay en España,
el señor Toni Cantó. Eso sí, es honrado porque el muy gilipollas todavía no se
ha enterado de que sus colegas del resto de partidos llevan trincando toda la
vida”. VanityFreakNews.
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