sábado, 19 de noviembre de 2011

Instinto cárnico

“Me da morbo convertirme en poster de cabina de camionero”. Quien así verbaliza su deseo más íntimo no es Tamara Gorro, ni Sonia Monroy. Tampoco Nuria Bermúdez o Marlene Mourreau. Señoras y señores, ladies and gentlemen, la autora de esta frase es Terelou Fields. Sí, sí, la niña de la Campos, la mismísima Terelu. Ver para creer. Quién lo iba a decir de la conductora de tertulias del corazón de Telemadrid en los 90, y actual rostro de la campaña publicitaria de Ymea. ¿A qué luminaria creativa se le ocurrió poner ese nombre a un producto para la mujer menopáusica? Esto es olfato comercial y lo demás son tonterías.

Sin lugar a dudas, “Tetelu” ha sido el personaje de la semana. Su portada en la revista señera del despelote patrio, va camino de convertirse en el fenómeno mediático de la temporada, y de paso revitalizar una publicación que llevaba mucho tiempo en caída libre. Qué lejos quedan los días de gloria de Interviú, cuando sus cabeceras eran todo un acontecimiento. La más famosa de todas, en los albores de la democracia, fue protagonizada por la niña prodigio por excelencia del show business español: Marisol. Ella enseñó al mundo que la vida era una “Tómbola”, y a los españoles, que como cantaba Julio Iglesias, había pasado “De niña a mujer”. Todavía hoy se recuerda aquella primera página, que convulsionó una sociedad que amanecía en libertad, después de una oscura noche de dictadura de casi cuarenta años. Por el semanal fueron pasando todas las musas del destape, y poco a poco, también las actrices de verdad. Menos mal que en la pacata España de la época, nadie valoró la posibilidad de fotografiar al espejo masculino de Marisol, o sea, Joselito, vestido de Adán. Encontrar su micropene en las fotos hubiera sido como jugar a ¿Dónde está Wally?

Años después, desde Italia llegó Sabrina, la inolvidable (no) cantante del “Boys, boys, boys”, y la heredera natural de las maggioratas de la década de los 50. Su único talento era doble, y se empeñaba en mostrarlo con puntualidad británica en cada una de sus actuaciones televisivas. Comenzaba el playback, y pasado el primer minuto, decía como Afrodita A en Mazinger Z: “Pechossss fueraaaa”. Gracias a Dios, Sabrina se fue por donde había venido, y con ella, sus competidoras Samantha Fox y Danuta Lato. Así se cerró la etapa más negra del pop europeo, afortunadamente olvidada.

Luego nos invadió la moda de los posados robados, donde previo pago, la “estrella” de turno era retratada a la orilla del mar al natural, es decir, sin ropa ni maquillaje. Así nació el número de Marta Sánchez, el más vendido de la historia de Interviú. En aquellos días, la solista de Olé Olé salía y entraba con Sterling Campbell, batería de la banda Duran Duran. La buena de Marta fue cazada in fraganti en una playa, mientras se cambiaba de bañador. Cuentan, que las fotos no dejaban bien parada a la sex-symbol española del momento: michelines, cartucheras, y colgajos cutáneos varios, campaban por sus respetos. La revista acordó con Marta destruir los negativos, y a cambio realizar un reportaje en condiciones: hotel de lujo, fotógrafo prestigioso, y vestuario … inexistente. Resultado: Éxito sin precedentes, tirada millonaria, y quioscos yermos de ejemplares, al día siguiente de su salida a la calle.

Posteriormente, la decadencia del mundo del espectáculo español tuvo su correspondiente refrendo en Interviú, que se convirtió en reducto y cita obligada para las concursantes femeninas de los realities televisivos, principalmente Gran Hermano. Entre ellas y Belén Esteban, la mantuvieron a flote durante más de una década. Ni siquiera los semidesnudos masculinos de los ebúrneos Jesús Vázquez y Rafael Amargo, o el fingido rollo bollo entre Yola Berrocal y Malena Gracia, consiguieron escandalizar y en consecuencia, generar réditos pecuniarios.

Así llegamos a Noviembre de 2011. En una España a punto de ser rescatada por sus socios de la Unión Europea, y en plena campaña electoral, por una vez hemos cambiado el tópico del pan y toros, por los panes de Terelu. Ella responde al canon de belleza del Renacimiento, profuso en carne y pobre en vegetales (básicamente las hojas de parra conque se cubrían las partes pudendas de las/los modelos). Dice bien cuando evoca esa intención de convertirse en musa de los obreros españoles, especialidad taller mecánico, fontanero instalador, o mamporrero ajustador. De hecho, no la imaginamos protagonizando los sueños eróticos de los adolescentes de la madrileña calle de Serrano, lugar donde por cierto, residió durante algún tiempo. Los efectos que este reportaje gráfico tendría sobre la libido de los cachorros del pijerío capitalino, serían comparables a los de un convoy de vagones de bromuro.

Si la frase de comienzo de esta crónica era fuerte, no lo es menos esta otra, también alumbrada por el intelecto pluscuamperfecto de Terelu: “Una ya tiene cierta edad: esa edad de decir ahora o nunca”. Amiga mía: la respuesta era nunca. Esto no es lo tuyo. Tu eres una periodista de raza (sin pedigree), un talento por explotar (yo cedería gustosamente la dinamita), una mujer de bandera (a media asta), una hembra neumática (de repuesto y con el dibujo gastado). No eres una vulgar guarrilla capaz de hacer cualquier cosa con tal de saltar a la fama. Y qué decir del disgusto de mamá Teresa, viendo a su hijita del alma vestida solamente con el traje del amor, un ropaje que por cierto, está bastante ajado, y parece comprado en el outlet de Saldos Arias. Ni cuerpo, ni edad, ni sex-appeal, ni photoshop, ni puñetas. Además, los tiempos del marketing, rama mar-teting, pasaron a la historia. Actualmente, la noticia es salir vestido. Un cuerpo desnudo no impresiona a nadie (excepto que sea el de Karmele Marchante), y por tanto ya no es fructífero económicamente. Terelu, a no ser que te montes en la máquina del tiempo, y aparezcas en el tardofranquismo o en los primeros años de la Transición, tu photocall naked ha sido en balde.

Y otra perla vocal para coronar la entrevista que acompaña a las fotos: “Me gusta el sexo a deshoras”. En tu caso, lo de sábado, sabadete … es imposible, porque ese día acompañas en directo a “Gordi” González en La Escoria, y estaría mal visto que te lo montaras delante de la cámara. Tampoco los viernes por la noche, donde a menudo apareces en “Sálvame Del-pús”. Pero lo que no sabíamos es que hay horas fijas para la cohabitación. ¿A qué se refiere la diosa Adipocita?, ¿A hacerlo fuera del horario comercial?, ¿A no practicarlo sólo el primer domingo de mes y algunos festivos, como El Corte Inglés?, ¿A realizarlo en los after hours?. Vamos, que ella es más como los “chinos”, que se pasan la normativa municipal por La Gran Muralla, y abren cuando se les pone en los mandarines. Pues muy bien Terelu, tu misma con tu mecanismo.

                                           


            Al fin y al cabo, siempre ha sido un espíritu libre. Después del tradicional matrimonio de blanco y por la Iglesia, con un atildado joven, el amor caducó, y cada uno se fue por su lado. Terelu volvió al regazo de mamá, porque una madre lo perdona todo. Pasó el tiempo, y un día, en una fiesta, conoció a Pipi Estrada, el popular periodista deportivo reconvertido en tertuliano televisivo. Este hombre es un panoli integral, no porque no engorde, sino porque es tonto de cuerpo entero. Cupido unió sus vidas, y durante una temporada fueron una de las parejas de moda del mundo del colorín. Para el recuerdo quedará aquella pillada antológica en una conocida discoteca madrileña, donde se veía a nuestra heroína restregar profusamente sus posaderas contra el pipón de Pipi. Las Campos consiguieron meter en el redil a este prestigioso pichabrava, pero la cabra siempre tira al monte, y él acabó metiendo la pata y lo que no es la pata, en agujero equivocado. Vuelta a empezar. Pobre Terelu, hay quien nace con estrella y hay quien nace estrellada.

            Reconozco que he escrito esta crónica sin ver las ya famosas fotos. Teta arriba, ubre abajo, no me interesan. Pero lo más curioso es lo que mis fuentes me revelan: Ni siquiera sale desnuda. Mucha alfombra, mucha piscina, y mucho peep toe, pero menos carne que en el catering de un concurso de misses. Ahora soy yo el que se descubre ante ti, Terelu. Te había minusvalorado. Insinuar siempre es más rentable que enseñar, y sobre todo, más inteligente. Te respeto.

lunes, 17 de octubre de 2011

Spanish gigoló

Siempre he querido comenzar una crónica de sociedad con la gracia y el talento de ese pequeño gran hombre que es Josemi Rodríguez-Sieiro, eterno candidato al Premio Nobel Doble, aunque año tras año se caiga de la terna final, debido a su sempiterno estrabismo. Va por usted maestro:
Asistí al enlace matrimonial de Doña María del Rosario Cayetana Paloma Alfonsa Victoria Eugenia Fernanda Teresa Francisca de Paula Lourdes Antonia Josefa Fausta Rita Castor Dorotea Santa Esperanza Fitz-James Stuart y de Silva Falcó y Gurtubay, o sea, Cayetana de Alba, con Don Alfonso Díez Carabantes, probo funcionario ministerial. Lo llamativo de este bodorrio no es que para datar a la novia haya que recurrir al carbono 14, ni tampoco que los contrayentes hayan nacido en centurias diferentes. Lo sustancial es el abismo sideral que separa socialmente a la persona con más títulos nobiliarios del mundo (seis veces duquesa, diecinueve veces marquesa, una vez condesa-duquesa, veinte veces condesa, una vez vizcondesa, y dieciséis veces Grande de España), de su flamante marido, una persona de la calle.  Nadie tendría motivos para sospechar, si Cayetana fuera una modistilla jubilada, o si por el contrario Alfonso fuera un príncipe centroeuropeo.
Una arpía de esas que abundan por los mentideros madrileños, me cuenta que no hace mucho, escuchó decir al cinéfilo Alfonso, suponemos que emulando a Escarlata O`Hara: “Juro por la vieja chocha de Alba, que jamás volveré a pasar hambre”. Personalmente, no le doy verosimilitud a ese supuesto desliz dialéctico. Aunque soy tremendamente escèptico respecto a los sentimientos amorosos del novio hacia esa venerable anciana.
En la capilla del Palacio de Dueñas, estaba sentado a mi diestra Jaime Peñafiel, amigo personal, y fiel confidente de la Duquesa, desde la Revolución Industrial. Él se encargará de la hagiografía oficial de Don Alfonso, y nos relatará con delectación como en sus lejanos años de mocedad, el duque de nuevo cuño, decoraba las paredes de su alcoba con fotos de Cayetana en vez de Raquel Welch, y que en el despertar de sus carnes a la vida, la mujer que protagonizaba sus poluciones nocturnas era la cabeza de la Casa de Alba. Defenderá que es una historia de amor verdadero, y que este año sí, el Madrid le va a mojar la oreja al Barça. Cada uno es libre de pensar lo que quiera, pero yo hace años que digo como el Príncipe Don Felipe: “Pues claro que los Reyes existen, pero son los padres”.
No se puede negar que Doña Cayetana tiene su gracia. Ha hecho y ha dicho toda su vida lo que le ha venido en gana, y eso molesta, porque las personas normales no podemos hacerlo.
Primero se casó con Don Pedro Luis Martínez de Irujo, hijo de los duques de Sotomayor, y marqueses de Casa Irujo. Discreto, elegante, y perfecto duque consorte. Durante el tiempo que duró el matrimonio, hasta la prematura desaparición de Don Luis, ella fue madre seis veces, y él, padre cinco o seis, según la fuente que se consulte. Después, Cayetana salió y entró, exprimió la vida y se la bebió hasta la última gota. Amiga de artistas, frecuentadora habitual de saraos, campechana, y sevillana hasta la médula.
Se volvió a casar, y como hizo Marilyn Monroe en su último matrimonio, eligió un intelectual: Don Jesús Aguirre y Ortiz de Zárate, once años menor que ella, y que para más morbo, había sido jesuita. Pregonó a los cuatro vientos que practicaba el conocimiento carnal con su marido a diario. A los españoles nos pareció bien. Dedicó una vistosa peineta desde su coche, a los chicos de la prensa, y toda España se rió. Profirió un sonoro improperio a un paparazzi, y España se rió aún más. Su segundo marido también abandonó el planeta antes de tiempo, y ella volvió a quedarse sóla. Para entonces ya habían llegado los nietos, y los papás de esos nietos se habían divorciado, Carlos, duque de Huéscar, Alfonso, duque de Aliaga, Jacobo, conde de Siruela, Cayetano, conde de Salvatierra, y Eugenia, duquesa de Montoro, todos excepto Fernando, marqués de San Vicente del Barco, que nunca se llegó a casar.
Y ahora, en el ocaso de su vida, reaparece Alfonso (hoy ya Don Alfonso), él único funcionario que no se acordó de los ancestros del Presidente Zapatero, cuando en 2010, el Gobierno de España decretó la rebaja en los emolumentos de los trabajadores del sector público. Lógico, para entonces Alfonso vislumbraba en el horizonte su boda, y por tanto, el plan de pensiones más impresionante que uno pueda imaginar.
            Me cae muy bien la Duquesa. Ante la oposición manifiesta de sus hijos, inicialmente a la relación, y posteriormente a la boda; ella, que siempre ha sido muy taurina, ha cogido el toro por los cuernos. Ha repartido entre ellos parte de sus innumerables bienes, comprando su aprobación al enlace, como Florentino Pérez hace equipos de fútbol, a golpe de talonario.
            Cuando estas líneas vean la luz, los duques de Alba, estarán tostándose vuelta y vuelta, al sol tailandés. Para el recuerdo, quedarán:
1º El bailecito postboda de la novia, imitando a Remedios Amaya, a las puertas de su fantástico palacio sevillano.
2º La ausencia al enlace (por enfermedad) de su queridísima hija Eugenia.
3º Y la ausencia de su hijo Jacobo (el que lleva el pelo como un vidente-curandero de televisión local), por las “cariñosas” palabras que le dedicó hace unas fechas la Duquesa a su actual mujer, la glamourosa Inka Martí.
            Yo, particularmente, eché en falta a Pirucha García de la Golgotilla, marquesa viuda de Brokencondom, madre de quince hijos (había que hacer honor al título nobiliario de su marido), y amiga de Cayetana desde la época en que la Duquesa residió en el Reino Unido. La provecta Pirucha se echó a atrás y excusó su asistencia, cuando se enteró que estaban invitados los hermanos Rivera, Fran y Cayetano, Cayetano y Fran, tanto montan, montan a tantas. Estos maestros de la Tauromaquia, y en especial del rejoneo pélvico, no se paran en barras y su espectro etario femenino es como los juegos Educa, de 9 a 99 años, por lo que Pirucha estaba en serio peligro. Me sobró Genoveva Casanova, exmujer de Cayetano, fémina de corta estatura e incontestable belleza que lleva escrita la palabra ambición en la frente. Hablé con María Eugenia Fernández de Castro, la primera mujer de Jacobo, dulce, educada y cariñosa como siempre, y como siempre, mal peinada y prognática al modo de un rey de los Austrias. Me conformé con saludar en la distancia (ha engordado tanto que es imposible acercarse a ella) a Matilde Solís, la ex del primogénito de la Duquesa. Del resto guardaré un ominoso silencio, excepción hecha de Carmen Tello, esa criatura que parece sacada de las carreras de Ascot, no por sus estrambóticos sombreros, sino por su fenotipo caballar.
            La novia no iba blanca (hubiera tenido bemoles), pero sí radiante, y muy guapa, dentro de las posibilidades. Vestida por sus amigos José Víctor y José Luis, esa entrañable y talentosa pareja sentimental y profesional, más conocida como Victorio & Lucchino, irradiaba felicidad. Caminaba apuntalada por su marido-enfermero, un hombre que de la noche a la mañana ha pasado de tener un aspecto de lo más vulgar, a poseer la prestancia necesaria para el puesto que ahora ocupa.
            En contra de lo que el propio Don Alfonso piensa, la Duquesa es eterna y volverá a enviudar en unos años. Se comenta que ella le ha echado el ojo a Justin Bieber, y creo que hace bien, porque un yogurín es el único que le puede dar una mínima garantía de duración. Que sea usted muy feliz, Cayetana. Se lo merece. Es una Grande de España, pero sobre todo de la vida.
Addendum:
Espero que no seas muy crítico con un principiante como yo, querido Josemi. Por cierto, te he visto esta tarde en el programa de la Campos, ese que no versa sobre Egiptología, aunque sólo salgan momias. Estabas sospechosamente locuaz, tanto que juraría que te habías perfumado con el mismo producto que Fernando Arrabal en aquel celebérrimo programa de Fernando Sánchez Dragó. ¿Te acuerdas? “El milenarismo va a llegaaaar”. En fin, que no sabía como titular esta crónica: “Paseando a Miss Cayetana”, “Anticrónica de una boda anunciada”, “El funcionario, su mujer y otras cosas de meter”. Al final, me he decidido por “Spanish gigoló”, porque hasta en los braguetazos hay que ser patriota.   
    
                                                             

domingo, 17 de julio de 2011

Tu a Paracuellos y yo a Buckingham 2 (Si os gusta haremos la 1)

31 de Agosto de 1997. 

00:15 horas.
Hotel Ritz, 15 Place Vendôme, 75001 París, Francia. Un hombre y una mujer abandonan uno de los salones privados del restaurante L’Espadon. Durante la cena, se han estado regalando miradas cómplices y gestos de amor adolescente. La suntuosa propina delata a los comensales. No se trata de esforzados mileuristas. Pertenecen a ese reducido club, que encadena unas vacaciones con las siguientes, para descansar no se sabe muy bien de qué.
Él, Edam “Dodi” Al-Fayed, playboy prealopécico con aspecto de obrero de la construcción, categoría oficial de primera. Conocido en la noche londinense como Dodi Al-Follé, por su don de lenguas. Experto en francés y en griego clásico. Profesión: Hijo de multimillonario egipcio.
Ella, Diana Frances Spencer, Lady Di para el siglo. Distinguida y taciturna. Fría como una heroína de Hitchcock, y más sosa que una pescadilla ultracongelada de La Sirena. Profesión: Celebrity internacional, y exprincesa cornuda.

00:20 horas.
Las cámaras de seguridad del establecimiento graban la salida de la pareja. Minutos antes, un Audi de alta gama, aparcado delante de la puerta principal, ha arrancado a toda velocidad, intentando despistar a los paparazzi. El otrora todopoderoso Napoleón, encaramado en lo más alto del obelisco que preside la plaza, no puede presenciar la escena, puesto que los enamorados han abandonado el local por la puerta trasera, y porque todo el mundo (menos Borja Thyssen) sabe que las estatuas tienen ojos, pero no pueden ver por ellos. Los tortolitos se disponen a regresar a su apartamento, situado en el exclusivo Distrito XVI. Es una zona de la ciudad donde los moros son malvistos, y los musulmanes, es decir, los moros con dinero, bien recibidos. Suben a la parte posterior de un Mercedes-Benz W140 de color negro, con matrícula 688LTV75. Al volante, uno de los conductores del hotel, y a su derecha, un guardaespaldas tamaño armario Aspelund de tres puertas. Dodi acerca sus labios al oído de Diana, y le confiesa algo con voz susurrada. Algunas fuentes apuntan que le dijo ¿Rubia, quieres pelea con el negro?. No podemos confirmarlo, a pesar de que el avezado lector ya sospecha que uno de nuestros mejores hombres estaba allí.
Yo hubiera preferido a Van Pirsin, pero no estaba operativo. Un asunto de trabajo no le permitía abandonar España. Van nunca dice: “No”, cuando se trata de un colega. El Ruca, un amigazo de la infancia, le había proporcionado una suplencia de verano en Telecamello, primer distribuidor de estupefacientes a domicilio del cinturón industrial madrileño. Y ahí estaba el bueno de Van, 24 horas al día subido en la moto, con más trabajo que el psicólogo de Lady Gaga.
Por tanto, tuve que recurrir a Tyson Ado. Los ocupantes del vehículo no saben que llevan un polizón en el maletero. Tyson viaja dormido, porque durante la larga espera ha dado buena cuenta de su petaca de emergencia. Medio litro de whisky de garrafón circula por su organismo, tras haber llegado a un pacto de no agresión, con la única neurona viva existente. El coche toma la Rue Cambon, gira a la derecha en la Rue de Rivoli, y tiene que parar en el semáforo de la Place de la Concorde. Dodi y Diana son reconocidos por dos paparazzi motorizados. Comienza la persecución. El chófer arranca rápidamente, intentando ganar la autovía que discurre paralela al río Sena.

00:27 horas.
           Al llegar al Puente del L’Alma, la velocidad estimada es de 180 Km/hora, en una zona limitada a 50. Entra en el subterráneo, y tras recorrer 50 metros, empieza a desviarse progresivamente hacia la izquierda, para acabar chocando de forma violenta, contra la decimotercera columna. El impacto es tan fuerte, que gira 180º y queda parado en sentido contrario al que circulaba. Los dos tercios anteriores de la carrocería están destrozados. De toda la estructura, sólo se mantiene en relativas buenas condiciones el portaequipajes. El Cristo de los Gitanos que pende del cuello de Tyson, le ha salvado la vida, no por la advocación religiosa, sino porque ha funcionado a modo de escudo.
¿Qué ocurrió realmente? Van&Ty Freak está en condiciones de desvelar el misterio casi catorce años después. Las hipótesis son infinitas. Que si los motoristas eran realmente espías del M16 británico. Que si su homónimo galo, el DTS, también estaba implicado. Que si el chófer iba más cocido que Amy Winehouse en un concierto. Que si el guardaespaldas pertenecía al M15. Que si Jose María Aznar estuvo en EuroDisney cinco años antes del real óbito (la obsesión que tienen María Antonia Iglesias y Enric Sopena con este hombre). Que si Diana estaba embarazada, y la Corona inglesa no podía permitir que el futuro rey tuviera un hermanastro de piel retinta. Que si desde un misterioso Fiat Uno blanco se proyectó luz con un potente foco para deslumbrar al conductor. Que si Dodi llevaba su muñeco fuera de los pantalones en el momento del accidente, y la visión de esa tremenda colgandera perturbó el quehacer profesional del chófer, acostumbrado como estaba al paupérrimo tamaño medio del miembro viril francés. Especulaciones y habladurías. Esto es lo que Tyson Ado vivió en primera persona y me confesó tras volver de aquel infierno: “Jefe, el rugío del motor me despertó. No estaba incómodo, porque el maletero era mu grande, pero me daba mal rollo la oscuridad. Miré la hora en el móvil. Hacía rasca, como siempre en París. Ibamos a toda leche, y delante empezó una bronca mu chunga. Es sabido que los moros tienen como norma de educación, tirarse regüeldos después de comer”. Pues bien amigos, parece que el señor Al Fayed, como buen nuevo rico, no se conformó con un eructo protocolario y aislado, sino que iba interpretando La Marsellesa a golpe de gas gástrico, y proclamó que la iba a grabar como politono. El conductor le reprochó su actitud y se enzarzaron en una feroz confrontación dialéctica, que degeneró en un conato de agresión física por parte de Dodi. Instintivamente, el galo intentó repelerla, momento en el que perdió el control del coche, y se produjo el fatal accidente. Esta es la verdad de los hechos. La causa real y probada del luctuoso acontecimiento fue una salva acompasada de erigmofonías. Ver para creer.
¿Pero qué pasaba esa noche en España? Hispania vivía ajena a todo, como siempre. Mis futuros cuñados, María y Alejandro, a los que todavía tardaría años en conocer, estaban felices y nerviosos, puesto que se casaban al día siguiente. Por primera vez en muchos meses, TVE no había repuesto Verano Azul. Aunque parezca mentira, Cayetano Rivera era todavía virgen. Luego se picó con su hermano Fran, cogió carrerilla, y el resto es historia y un fusil lleno de muescas. El madridismo aun no tenía noticia de ese ser superior llamado Florenpocotino Pérez. A Valdano le habían regalado un poemario infantil, que comenzó a leer en aquellas calurosas noches, no sin pocas dificultades. Nadie pensaba entonces que le sacaría tanto partido. Él tampoco. Guardiola aún era mortal, y seguía preparándose para llegar algún día a ser tuerto en el país de los ciegos, mientras ensayaba esa oratoria de profesor suplente de autoescuela, que tanto gusta a sus fieles. En el Atleti, don Jesús continuaba con la limpieza étnica de entrenadores. Algo parecido había hecho ya en su feudo marbellí: Desinfectó la ciudad de putas y drogadictos, para que el lenocinio de lujo y el consumo regulado de sustancias psicotrópicas, discurriera con normalidad democrática. Días atrás, Anne Igarteaburro, la de “Hola, corazones”, había anunciado su ruptura sentimental con “elhombredemivida” número 1547. Modestia aparte se había disuelto como grupo pop, cual soluto en agua. Sus componentes perecieron en el olvido. Descansen en paz, y sobre todo la paz que dejaron al marchar. ¡Qué tiempo tan feliz! Tetelu Fields, la del perenne escote balconette, empezaba a tontear con la menopausia. Sólo le quedaba una asignatura para terminar la carrera (igual que ahora). Saltaba de programa en programa, mientras seguía proclamando a los cuatro vientos, que ser hija de la Campos le había cerrado puertas. Claro, Tetelu, claro. Pobrecita, con el talento que tu tienes, y esa gracia y esa grasa que rebosas por tus poros abiertos.

04:00 horas.
Tras ser trasladada al Hospital Pitie-Salpetrière, Lady Di es sometida a una delicada y larga operación. El equipo quirúrgico lucha denodadamente por salvar su vida, pero los intentos son infructuosos. El corazón la de la Princesa del Pueblo deja de latir. La Rosa de Inglaterra, como le cantó emocionado, su amigo del alma Elton John, en el funeral en Westminster, comenzó a marchitarse, y se secó para siempre.
Diana ha muerto, viva Belén, proclamaron los editores de prensa rosa. Pero esa es otra historia, que continúa escribiéndose en nuestros días. Si quereis conocer su final, tendreis que estar atentos a …Van&Ty Freak.





domingo, 8 de mayo de 2011

La Ubregong

Cuando te dicen varias veces y distintas personas, que no eres muy normal, debes pensar que ha llegado el momento de hacer autocrítica. Por ejemplo, toda pareja tiene una canción especial, “su” canción. La nuestra es “Mola mazo”, de Camilo Sesto. Sí, sí, ya lo sé. A mí también me da vergüenza, pero es lo que tiene haber estudiado en un colegio concertado. Grande Camilo, primero como artista, y después como su avatar famofriki. Desde hacía tiempo, nuestro ídolo estaba desaparecido. En los mentideros de la profesión, circulaba el rumor de que había viajado a Brasil para someterse a unos arreglillos de chapa y pintura. Todo famoso que se precie de serlo, tiene que peregrinar hasta allí, al menos una vez en la vida, para ponerse en manos de Ivo Pitanguy, el cirujano milagrero más prestigioso del planeta. Viendo el estado físico de Camilo, pensé que su ITV duraría varias semanas o incluso meses, así que ordené a mi gente que se desplazara hasta el país carioca en busca del astro de la canción o de alguno de sus menudillos extirpados.
            Van Pirsin fue el elegido. Llevaba quince días sin consumir. La última estancia en su segunda casa, el centro de rehabilitación “A jaco regalado mira antes si está cortado”, había sido fructífera. Le ordené que fuera a Halcón Viajes, mal nombre para un drogadicto, lo reconozco. Compró a plazos un pasaje en clase business. Van&Ty Freak vivía sus días de vino y rosas, y nos lo podíamos permitir. No había abandonado España y ya estaba echando de menos lo más importante: la comida. En Brasil, hay mulatas, aunque hay que andarse con ojo, porque muchas tienen tres piernas. Pero hasta allí no llegan los productos del Tío Pijas y la Mari Guarri: esas rosquillas en salmuera, esas palmeras con mosca autóctona, y sobre todo, las ensaimadas con cabello de Ángel, de Ángel García Crespo, panadero de profesión y heavy por devoción. A la mañana siguiente, mi gañán predilecto subía a la aeronave. Se acomodó en su asiento VIP, y miró alrededor. Un investigador nunca descansa. “En este río hay poco que pescar”, pensó.
            Primera fila, asiento de ventana. Un veterano periodista, autoproclamado experto en realeza, degustaba su cuarto gin tonic postdesayuno. Suaves maneras y aspecto atildado: Corbata de Ferragamo con nudo doble Windsor (de esos que en las fotos, tapan la cara del portador), chaqueta Teba verde cazador hecha a medida, con los puños remangados para dejar ver unos enormes gemelos Mont Blanc. Pantalón beige Burberry de pinzas, con la raya planchada a fuego. Zapatos marrones de Sebago, tan impolutos, que se podría comer sopa en ellos. Y la camisa, de Pertegaz en microcuadro Vichy. O es que pensábais que llevaba la corbata directamente sobre el torso, cual stripper de garito cutre de despedida de soltera. Respecto al cabello, pocos pelos y mal avenidos, como los votantes de ultraderecha en España. El trabajo capilar para disimular la ausencia de materia prima, era digno de las mejores obras de ingeniería civil. Entre sorbo y sorbo al bebercio, repetía un mantra con su característica voz gangosa: “Una reina no puede tener pasado, ella no puede reinar”. Y ahí sigue, muchos años después, erre que erre. Al menos, ahora la susodicha es Princesa de Asturias, pero en aquel entonces era una estudiante de EGB. ¿Será el provecto  presentador, nuestro Nostradamus nacional?.
            Detrás de Van, se sentó un joven de elevada estatura, con aspecto de jurel hervido. En cuanto al atuendo acabamos pronto. Traje de Cortefiel azul marino, de patrón clásico. Camisa azul clara y corbata roja, ambas de Emidio Tucci. Mocasines Castellanos color negro. Barba frondosa, siguiendo el estilismo de las féminas de la familia Pantoja. Pelo corto peinado a un lado, y gafas de dimensiones siderales. Todo muy monocorde, como su personalidad. Se iniciaba en la política nacional, desde su Galicia natal, y aún no era el heroico caudillo que todos conocemos, un titán capaz de fajarse siempre en los temas más delicados. Pero ya apuntaba maneras. Acababa de regresar del tradicional veraneo en Sanxenxo. Y aquel no había sido un Agosto como los demás. Para él, significó lo mismo que Smallville para Supermán. La leyenda comenzó a forjarse en las aguas de la Playa de Silgar. Cuentan los cronistas del lugar, que la futura referencia de la derecha española, se atrevió a meterse hasta la cintura durante dos interminables minutos. El protohéroe portaba tan sólo manguitos. Había dejado el churro y el flotador en la barca de salvamento marítimo, en una muestra de arrojo sin igual. A mi me parece exagerado, pero sí fuera cierto explicaría el origen de ese carácter aguerrido y temperamental, que le ha llevado a convertirse en el killer político por antonomasia, en una indómita fuerza de la naturaleza.
            Pero la normalidad desapareció cuando ella entró en escena. Una voz aflautada y autointerrumpida por constantes risotadas avanzó por el pasillo. El cuerpo venía precedido por una catarata mamaria de plexiglas, que a duras penas se contenía dentro de una blusa tres tallas más pequeñas de lo necesario. Minifalda o más bien maxibraga, de tablas, estilo colegiala, y botas por encima de la rodilla. Maquillaje ataquenuclearproof, y cabello largo suelto con flequillo. Según se acercaba, Vin empezó a ponerse malísimo. Una parte de su cuerpo, impar y media, que llevaba más tiempo criogenizada que Walt Disney, empezó a derretirse. Por un momento se solidarizó con el movimiento ecologista. Ahora entendía qué demonios era aquello del calentamiento global. Era una situación crítica, su muñeco estaba al borde de la embolia, y la parte delantera del avión viraba hacia arriba, como si estuviera despegando, pero a treinta mil pies de altura. Descansó mentalmente un instante. Él era un guerrero, un samurai de la meseta castellana. Recordó todo lo aprendido en los cursos de técnicas de combate por correspondencia, y empezó a imaginar a Maria Antonia Iglesias en desaville. Se obró el milagro instantáneamente. Mejor que el bromuro, más barato y sin efectos secundarios. Volvía a dominar la situación. Ella se sentó junto a nuestro hombre. “Efectivamente, Dios existe y es de mi barrio”, pensó Vin. Llevaba media vida intentando trufarse a una famosa, y no iba a fallar. “Hola”, le dijo con voz pretendidamente interesante. Fue la primera y única palabra que pudo dirigirle. Aquello no era una mujer, era una fábrica de hilvanar fonemas. Muchas de las frases no tenían verbo, sujeto y predicado, pero ella seguía y seguía, encadenando las anécdotas más dispares. La libido de Vin fue descendiendo hasta niveles comparables a las expectativas de voto de Izquierda Undida, en cualquier convocatoria electoral. Volvió a pensar en María Antonia Iglesias, y sin embargo ahora, la imagen le transmitía paz.
            Qué decepción. No todos los días uno conoce a su amor platónico. Vin había seguido su trayectoria desde el principio. Niña pija que se licencia en Biológicas, y decide dedicarse al mundo del espectáculo. Conocida con el sobrenombre de “La Fantástica”, no por su talento, sino por las películas mentales que se ha ido montando. Aunque montar, lo que se dice montar, también lo hizo en películas reales. Por exigencias del guión, naturalmente. Siempre me he preguntado por qué son tan “exigentes” los guionistas del cine español, y tan poco los americanos, donde normalmente se insinúa lo que aquí, se enseña. Papeles estelares en películas grandiosas, como “Bolero”, “Sinatra” o “Tres mujeres”, jalonaron sus inicios artísticos. Luego vino “El Equipo A”, serie de gran éxito mundial, donde participó en la friolera de … 1 capítulo. Que nadie se moleste en buscarlo en youtube, emule, torrent, etc. La Organización Mundial de la Salud lo tiene secuestrado, y no será desclasificado hasta dentro de tres generaciones. Vendió la historia de que se marchaba a EEUU para estudiar interpretación en el mítico Actors Studio. El funcionario que le proporcionó la tarjeta de residencia, la popularmente conocida como green card, acabó sus días en Guantánamo. Ella debió ir poco a clase, más bien nada. A lo mejor es que estaba ocupada preparándole aquellas famosas paellas (intuimos que de conejo) al maestro Spielberg. Hecho curioso, puesto que en Madrid no la imaginamos ni sirviendo una pizza precocinada. Si en el pasado, Sara Montiel le había hecho huevos fritos a Gary Cooper, no iba a ser ella menos. La etapa americana de nuestra estrella, duró tanto como aquella gira mundial de Fidel Castro para visitar países amigos. Salió de La Habana un lunes por la mañana, y regresó a palacio ese mismo día a media tarde.
            Tras la deportación a nuestro país, se volcó en el medio televisivo, fundamentalmente galas musicales de cuidada factura y concursos de corte intelectual. El cine español del momento todavía no había dado el salto de calidad que todos conocemos. No había proyectos a la altura de una actriz de presencia incontestable, dotada para la introspección metodológica y la emoción contenida, poseedora de una dicción sublime, matizada por una pléyade de miradas y silencios. En 2011 sigue sin haber esos proyectos. Por eso tuvo que ser ella misma la que se pusiera al mando del convoy. Ideó y guionizó una serie para televisión. Se trataba de un remake de “Sonrisas y lágrimas”, pero con institutriz buenorra que se saca un sobresueldo bailando en un local de showgirls. Incomprensiblemente, fue un pelotazo. La audiencia, jueza y soberana, siguió masivamente las andanzas de esa familia alejada de los cánones clásicos. Nuestra amiga, murió de éxito y decidió finalizar la serie para embarcarse en una empresa mayor. Esta vez, se trataba de fusilar “Sexo en Nueva York”. El resultado fue tan fuerte que tendría que haberse llamado Piquito en Burgos. El público sentenció: serie suspendida tras tres capítulos, y barbie geriátrica al INEM.
            Poco o nada desde entonces, sobre todo porque ella ha entrado en una edad difícil. El mundo del espectáculo es muy machista. A partir de los 50, un hombre está cada vez más interesante, y una mujer … es sustituida por otra de 25. No necesita trabajar para comer, que es lo que tiene ser rico por casa. Su presencia ha quedado relegada a la prensa del corazón, ambiente en el que ha desarrollado una carrera paralela, alimentada por su animada vida sentimental. La lista de los reyes godos es una chiquillada, comparada con la serie interminable de conquistas de esta madrileña universal. Extensa y heterogénea: cantante-actor-presentador, baloncestista NBA, príncipe Grimaldi, futbolista del Madrid, empresario, otro empresario, socio del primer empresario, empresario sin empresa, otro actor, etc, etc. Hubo un momento en que había que echar instancia para ser su pareja. Pero el plato fuerte fue el penúltimo. Llegó de la gélida Europa del este, y con él se acabó el frío. Elevado de la noche a la mañana, a la categoría de icono sexual para las y los españoles, convirtió a su chica en la mujer más envidiada. El mocetón fue creciendo a la sombra de su protegida, y al alcanzar la mayoría de edad “profesional”, decidió volar libre. La ruptura fue sonada, y ella paseó su desamor por televisiones y revistas mil, como es tradicional. Porque España es un país de tradiciones, mal que les pese a algunos. Y en este contexto, uno de los acontecimientos veraniegos por excelencia, siempre ha sido el posado en bikini de nuestra estrella sin cielo. Este hecho se ha venido repitiendo en aguas mallorquinas, todos los años desde 1780, con el paréntesis de la Guerra de Independencia contra los franceses.
            Vin estaba absorto rememorando las mil caras de esta poliédrica artista, cuando un sonido brusco y seco, sembró el pánico entre los presentes. La lenguaraz cómica dejó de hablar. Miró hacia abajo, y por primera vez en mucho tiempo se vió los pies. Sus implantes de silicona habían saltado por los aires. Aquella frase que la había acompañado durante toda la adolescencia: “Castilla es ancha y plana como el pecho de Ana” volvió a cobrar sentido. El político permaneció impasible, y continuó hojeando con delectación, su ejemplar de la revista “Perro y caballo”. Vin se limpiaba como podía la silicona y aprovechó para sellar con el sobrante, una juntura de su asiento, que estaba suelta. Una señora extranjera, sentada detrás del longevo periodista, empezó a gritar presa del terror “What happens? Oh, my Godness. This is a terrorist attack. Éste, conocedor de la lengua de Beckham al nivel del propio Beckham, se puso al frente de la situación. “Be careful and be quiet, madam. Todo is controlled. The teta exploded. The ubre gong”. Y así, sin saberlo, se apuntó un nuevo tanto profesional. Aquel día acuñó el sobrenombre por el que se conoce desde entonces a la bióloga más famosa de España: La Ubregong.
           
           
                                

lunes, 18 de abril de 2011

Sayonara frikis

Ante el clamor popular, y arropado por miles de correos anónimos, enviados desde los lugares más recónditos del orbe, (incluida la noble villa burgalesa de Sotresgudo), hoy nace Van&Ty Freak. Tiembla, Pérez Hilton: Tus días como rey de los blogger del chismorreo han terminado. Fue bonito mientras duró. Dentro de poco, sólo te veremos por el retrovisor.
¿Qué es Van&Ty Freak? Se trata de un proyecto empresarial con voluntad de perdurar, y decidida estrategia expansionista. Su creador es un demente no diagnosticado, a la vez que un profundo conocedor del mundo del espectáculo. No en vano, durante sus años de mocedad, se ganó la vida como público invitado, en infinidad de programas de televisión. Mientras él recorría los platós a cambio de 3000 pesetas y un bocadillo, la mayoría de sus amigos caía en la delincuencia: hurtos menores y menudeo de golosinas a pequeña escala. Este blog sale al mercado con ánimo de lucro y afán de protagonismo, estando predestinado a revolucionar el mundo del Famoseo. El Famoseo era un lugar idílico, donde la gente talentosa vivía honradamente de su arte, gozando del cariño y del respeto del público. Pero la paz se rompió cuando desde una galaxia lejana, llegaron los famofrikis: Criaturas con aspecto no siempre humano, que se apropiaron del espacio vital y profesional de los verdaderos artistas. Una invasión silenciosa, pacífica, y cocida a fuego lento, que ha seguido un curso inexorable de deletéreas consecuencias para la salud mental del televidente. Un camino sin retorno que ha asolado el panorama audiovisual español, hasta conseguir que una red de detritus orgánico inunde las parrillas televisivas 365 días al año.
El famofriki es un ente cuyo único talento reconocido es vivir del cuento. Cualquier excusa es buena para convertirse en subpersonaje y empezar a chupar del frasco: Un embarazo deseado para cazar a un indeseable; un noviazgo falso entre una palurda y un pijo de medio pelo; un encuentro sexual furtivo en un coche, bajo una farola y delante de la cámara de un paparazzi amigo; una relación de pareja semáforo, abierta o cerrada según convenga; la confesión (a toro pasado) de una adicción a alguna sustancia prohibida; un seno de silicona que explota misteriosamente en pleno vuelo transoceánico; un accidente de tráfico premeditado; el anuncio de una película que ni siquiera está en proyecto; un affaire con una senecta artista, olvidada por el público hace muchos lustros; una cirugía plástica mostrada en tiempo real, etc.
Aquí no se va a hablar de moda, recetas de cocina o trucos de belleza. Para aprender a hacerse un moño con calcetines ya está Isabel Llano y su blog isasaweis. Tampoco se van a tratar los temas con rigor y seriedad, para eso ya existen los colaboradores de Jorge Javier y de Jaime. Este blog pretende ser el Valdemingómez del petardeo, un foro abierto para que la basura sumergida salga a la superficie, y empiece a pagar impuestos. Nuestro objetivo es que todas las materias biodegradables generadas por estos subpersonajes, empiecen a catabolizarse con luz y taquígrafos. Nuestra razón de ser es que toda la mierda arda en el fuego redentor, hasta conseguir la expiación pública de los pecados.
Para esta mastodóntica tarea no vamos a escatimar recursos humanos. Otra cosa serán los medios materiales, de los que por ahora carecemos. Compaginaremos el blog con nuestro trabajo como asesor científico del Sálvame Deluxe. Sí, ya se que resulta paradójico, pero la mejor forma de vencer a la Bestia, es hacerlo desde sus entrañas. Contaremos con la inestimable colaboración de Van Pirsin y Tyson Ado, dos tarados de la peor especie. Una pareja que bajo el nombre artístico de Van&Ty, se moverá por los bajos fondos del colorín, como moco por pañuelo. Después de Watson y Holmes, de Hernández y Fernández, o de Ortega y Gasset (como diría Sofea Mazacats), llegan  Van y Ty, dos sabuesos con aspecto de cerdos, que vienen a refundar el género de las buddie movies. Al teclear “gualtrapa” en Google Imágenes, aparece la jeta de estos degenerados. Van de machotes, sin darse cuenta de que entre ellos existe una tensión sexual aún no resuelta. Son de ese tipo de gentuza a quien nunca les hubiera presentado a mi hermana Zoraida.
Cuando van de boda, no hacen regalo, se quitan la americana en cuanto llegan al banquete, y a los postres, indefectiblemente, se anudan la servilleta en la frente, cual guerrero manga. Al llegar al baile, arriman cebolleta hasta con la madre de la madrina. En las marisquerías, se beben el agua de lavarse las manos, y se quedan con la propina de la mesa de al lado. Si te llaman al móvil, cuelgan tras el primer tono para que les tengas que devolver la llamada. En las pizzerías piden los refrescos sin hielo, para que quepa más bebida. Fingen estar cojos para que les dejen sentarse en el autobús, y si se tiran un pedo, no dudan en mirar con gesto de reprobación a la venerable ancianita de al lado. Van tan ciegos que piensan que se acuestan con pibones de yate, aunque a la mañana siguiente se despiertan al lado de la cruda realidad. Se ligan a las tías más feas si intuyen que les van a pagar las copas.
Les gusta maquearse, pero odian a los metrosexuales. Ya que no tienen genotipo, al menos expresan fenotipo. Son el paradigma del catetochic. Arreglados pero informales: Calcetines blancos con zapatos. Calzoncillo adornado con la indispensable mancha amarilla de pis, y asomando por encima del jersey. Camisa desabrochada hasta el ombligo, para que pueda surcar el viento una pelambrera más tupida que un felpudo. Emergiendo del manglar torácico, el imprescindible collar del Cristo de los Gitanos, tamaño ancla de buque. Anillos de duraluminio en todos los dedos de la mano, siempre incluyendo el pulgar. Tatuajes con la leyenda amor de mother, pero escrito como suena. Sempiterno palillo en la boca, y flequillo estilo “Cuéntame como pasó”, pero usando grasa de Barbour como fijador capilar. Tolerancia cero al desodorante y a la colonia, porque dan olor a la ropa. Van y Tyson son de esos que santifican el matrimonio por la noche, y al día siguiente se visten sin ducharse, con toda la porrusalda puesta.
Y no olvidemos el buga. Fundas de curpiel para los asientos, de esas que te suda el culo en cuanto llevas sentado cinco minutos. El muñequito de Elvis, o en su defecto, el CarroFary no pueden faltar en el salpicadero. La luna delantera debe estar semicubierta con todas las pegatinas de la ITV desde 1985 hasta este año (es tontería dejar sólo la última). El musicasete (los cedés son un timo) es un compendio de clásicos de gasolinera: Camela, Junco, y Los Chichos, la Santísima Trinidad del cutrerío. El sucinto acervo cultural se completa con la colección de las películas de Esteso y Pajares en VHS. Su biblia es el MARCA, enrollado a modo de canuto y dispuesto hábilmente bajo la axila. No lo compran por el deporte, sino por la fulana de la contraportada.
Circula una leyenda urbana según la cual, Segura se inspiró en Tyson para crear a Torrente. Tuvo que dulcificar las características más asquerosas de este ser asocial, para que su trasunto no fuera rechazado por el gran público. A Van lo descartó directamente, porque le pareció demasiado fuerte. Van y Tyson son muchas cosas, pero más que ser, han sido: Exdrogadictos, expresidiarios, expolíticos, expresidentes de clubes de fútbol, y ahora exparados, gracias a la oportunidad que les ofrece quien esto escribe. En la España de los 4,5 millones de desempleados, este su último tren para ganarse la vida dentro de los márgenes de la ley. El sueldo no es muy alto, lo justo para viajar en transporte público, y comer cada dos días un menú infantil con bebida pequeña, en un Burger King de extrarradio. Pero saben que les espera la gloria, incluso quizá convertirse ellos mismos en subpersonajes, y entregarse a la molicie.
Van y Ty no tienen código deontológico. Ética y moral son dos palabras que nunca escucharon en su barrio. Han nacido y crecido en la calle, pero tienen valores. Están recogidos en lo que ellos llaman, La Costi, es decir, la Constitución:
1º Unidad, cuerpo, Dios, patria.
2º Muerte al clero, al torero y al madero.
3º La iglesia que más luz da, es la que arde.
4º Por el culo ni el bigote de una gamba.
5º Si te sueltas el pelo, y acabas con un travelo, adelante, pero nunca a pelo.
6º Las drogas no son malas, lo malo es la mierda de los drogadictos.
7º Todo español de bien, cree que lleva un Bertín Osborne dentro.
8º En el Olimpo de los machos, Jaime Ostos es Dios, y Humberto Janeiro su profeta.
9º Mentiroso y antipatriota, quien diga que Juan Carlos Primero es un putero.
10º Un español nunca consume porno: esas cosas son para hacerlas, no para verlas.
11º Los negros no son negros, son marrones.
12º Los chinos no miran, sospechan.
13º La única ley válida es la del pobre: Reventar antes que sobre.
14º Nunca le des la espalda a un español que diga que no le gusta el fútbol: es trucha seguro.
15º Las mejores inyecciones, los chorizos y los jamones.
16º Salud y pesetas, lo demás son puñetas.
17º Gracias a Dios, Eduard Punset no existe, es un cartón piedra con voz en off.
18º Un español inteligente nunca es homófobo: cuantos más haya, a más pericas tocamos.
19º El problema de muchas parejas españolas es que cohabitan menos que Los Ropper.
20º España se llama España, no “este país”.
21º Digan lo que digan, los documentales de la 2 nunca los ha visto nadie.
22º Mal que nos pese a los españolitos, el mito negro no es un mito, y las comparaciones son odiosas.
23º Las mejores herramientas contra el terrorismo son la reinserción, es decir, la introducción repetida de un bate de béisbol por el recto; y el juicio justo, justo después de que el bate asome por la boca.
24º Ningún tuno en el siglo XXI: Menos tuna y más comuna.
25º Menos mal que Fran Rivera no es bisexual: con la tarea que tiene sólo con las mujeres, no le daría tiempo a nada más
Necesitamos vuestra colaboración en forma de bulos, chivatazos, ideaciones, e incluso delirios. Nosotros seremos fieles a las tres premisas básicas del nuevo periodismo:
a)      El fin siempre justificará los medios.
b)      Jamás contrastaremos una información.
c)      Y por supuesto, la realidad nunca podrá estropearnos un titular.
No rechazaremos jamás vuestras aportaciones económicas desinteresadas, en espera de que engañemos a algún gilipollas, que nos sirva de mecenas. Tenemos varios frentes abiertos: Estamos en conversaciones con Bragueros Paco, empresa líder en el campo de la ortopedia geriátrica. Por otra parte, las negociaciones están muy avanzadas con Profilácticos El Coladero, marca blanca de Durex, y toda una garantía … de embarazo. Y por último, tenemos cerrada una alianza estratégica con el Tío Pijas y la Mari Guarri, dueños de la cadena de puestos ambulantes de comida y souvenirs deportivos más importante de la Liga española. Tienen el monopolio de los aledaños del Vicente Calderón. Todos los puntos de venta del Paseo de los Melancólicos, de Yeserías y de las Acacias, son franquicias suyas. Los días que hay fútbol, no se vende una Coca-Cola ni una foto del Kun sin el control del Tío Pijas. Pioneros del reciclaje industrial, jamás han deshechado un alimento por estar caducado. Sus dónuts hamburguesa, refritos, y condimentados con azúcar moreno, nunca tendrán una estrella Michelín, pero en su Moratalaz natal, son más populares que Alejandro Sanz.
Este blog pretende ser un homenaje a los todos los artistas. Nuestro reconocimiento sincero hacia las personas que habiendo sido dotadas de talento por la Providencia, tienen la generosidad de compartirlo con el público. Remueven los sentimientos, hacen aflorar la risa y el llanto, y nos acompañan en los buenos y en los malos momentos. Consiguen que nuestra vida sea mejor, y a cambio, tan sólo piden un aplauso. A todos ellos, gracias, siempre gracias.