Esta
mañana se ha conocido oficialmente que nuestra no siempre valorada Ana Obregón,
ha entrado en el club de las elegidas por la UNESCO. Las deliberaciones del
tribunal se prolongaron hasta altas horas de la madrugada, dado el altísimo
nivel de las aspirantes. Vanity Freak News está en disposición de adelantar que
en la terna final, Anita estaba acompañada por la pornostar norteamericana Jenna
Jameson, y por la también española Anne Igartiburu. La estadounidense fue la
primera en caer eliminada, al verificar el jurado, que muchos de los contactos
íntimos recogidos en el baremo, se llevaron a cabo en el contexto de su
actividad profesional. Así las cosas, el duelo de latinas estaba servido. A
pesar de su juventud, Anne hizo valer sus excelentes credenciales, pero lamentablemente, el consejo de sabios tuvo que anular 6240 encuentros sexuales,
al comprobar que en ellos se repetía pareja hasta dos y tres veces. Un fallo
imperdonable de la inexperta Anne, que la veterana Ana no cometió.
Nuestra
embajadora cultural se une a las vencedoras de 2008 y 2010, Paris Hilton y Kim
Kardashian. Se trata de la primera vez que una latina consigue tan importante premio.
Nadie duda de que los años que pasó en Hollywood trabajando, incrementaron
cualitativa y cuantitativamente su curriculum amatorio, hasta ponerse al nivel
de las grandes estrellas internacionales.
En
declaraciones a Vanity Freak News, altos representantes del Instituto Pasteur
de París, han confirmado que se han puesto en contacto con ella: “Queremos
incluir en nuestros archivos una muestra de este paradigma de la biodiversidad
púbica. Se trata de un hallazgo muy importante para la ciencia, porque al ser
la portadora una persona de avanzada edad, alberga algunos microrganismos
desaparecidos hace varios lustros, como la ladilla roja acentollada, oriunda de
una tribu del Orinoco, y muy apreciada entre los proxenetas del barrio chino de
Amsterdam. También da cobijo a especies en peligro de extinción, de las que
sólo se conservaban hasta ahora, algunas cepas aisladas en recónditas casas
de lenocinio tailandesas”.
Asimismo,
la impopular artista, ha anunciado que estos días estaba ultimando su
autobiografía autorizada, “Más fina que las gallinas”, por lo que este reconocimiento
a toda una vida no puede ser más oportuno, y supondrá un espaldarazo
muy importante para las ventas del libro.
El
presidente del Gobierno, así como la Casa Real, han enviado sendos telegramas
de felicitación a la flamante galardonada, que no ha dudado en postularse para
realizar su tradicional posado veraniego en bañador en el mismísimo Palacio de
Marivent. Zarzuela ha declinado amablemente el ofrecimiento, por lo que Ana
tendrá que fondear de nuevo sus maltrechas y amojamadas carnes, en la cala
mallorquina habitual. Invocamos al Altísimo, con la esperanza firme de que
quede allí varada para siempre.