sábado, 15 de febrero de 2014

El Real Madrid ficha a Chin Cheto por 500 millones.


El culebrón del verano 2014 ha llegado a su fin. Media hora antes de que se cerrara el mercado de fichajes, el Real Madrid ha hecho oficial la contratación del astro nipón,  Chin Cheto. Después de varias semanas de durísimas negociaciones con el Everton, el Madrid abonará al club inglés quinientos millones de euros, diez millones para el agente FIFA del jugador, y cuarenta millones para el padre del futbolista. Además, cederá veinte pisos en el PAU de Valdebebas para que vivan los abuelos, tíos y primos de la estrella, que vendrán a España por reagrupación familiar. Asimismo, se compromete a producir un disco de hip hop étnico a Minabo Taduro, amigo personal del futbolista, y cantante en ciernes.
 
Aidon Bilivit, presidente del Everton, es un hombre taimado, un viejo lobo de mar curtido en mil batallas. Vanity Freak News, siempre en el epicentro informativo, ha conseguido que el directivo inglés se sincere: “No conocía personalmente a Florentino Pérez hasta este verano, pero he de reconocer que las referencias que tenía de él se han quedado pequeñas. Es la persona más ingenua que he visto en mi vida. Cree en los Reyes Magos, en la inocencia de la hija de los de España, y en la virginidad de Paris Hilton. Señor mío, el presidente del Real Madrid es un tolili integral.
 
De cómo Florentino, un político de medio pelo durante la Transición Española,  ha llegado a ser uno de los hombres más poderosos de España, habría mucho que hablar, y ustedes los españoles sabrán más que yo. Según me han contado, se hizo multimillonario a base de pelotazos (sin balón) inmobiliarios en la época dorada del ladrillo. Pero de cómo Florentino es un presidente que se las da de listo, y va por ahí tirando el dinero, yo sé más que nadie. Acaba de resolver los problemas de liquidez de mi club para los próximos veinte años.

 
 
 
La temporada pasada pagamos por Chin Cheto medio millón de euros al Borussia Dortmund. No es que fuéramos muy listos, es que era su precio en el mercado. Pusimos una cláusula en el contrato por la cual si cualquier club del mundo quería ficharlo, tendría que darnos cinco millones. Y añadimos otra cláusula anti Real Madrid, por si Florentino se enajenaba por enésimo verano consecutivo. Una noche de borrachera fijamos el precio del jugador en los famosos quinientos millones. Estábamos muy cocidos y se nos fue la pinza. Ahí quedó la cosa.
 
Aunque Chin Cheto haya anotado cuarenta goles la pasada temporada, es un auténtico paquete. Si descontamos los chicharros que ha marcado en fuera de juego, los de rebote, y los que vinieron precedidos de falta, nos quedamos en una discreta cifra de cinco dianas. Es lento en la conducción, no tiene visión de juego, y la pierna izquierda no le sirve ni para subir al autobús. Es tan bajito, que las patadas de los defensas le dan siempre en la cabeza. En el uno contra uno no se va ni de su sombra, y encima es un putero redomado.
 
Lo que no sabe Florentino es que pensábamos cederlo  a otro equipo, pagando nosotros su ficha. Le hemos vendido al Madrid una burra vieja. El chaval tiene siete dioptrías en cada ojo, su corazón funciona gracias a cinco by-pass coronarios. Además, padece priapismo matutino, por lo que los domingos que jugamos por la mañana,  el utillero se vuelve loco buscando un calzón lo suficientemente grande como para cubrirle la hombría”.
 
Vanity Freak News está en condiciones de anunciar que los servicios médicos del Real Madrid han dado el visto bueno al jugador. Sabido es que el Madrid contrata médicos de reconocido prestigio (en su patio de vecinos). Estos excelsos profesionales, son tan maravillosamente buenos, que cada vez que una estrella tiene una lesión subsidiaria de cirugía, va a operarse al extranjero. Eso sí,  el médico del Madrid acompaña al futbolista, no vaya a ser que se pierda. Le lleva el equipaje, le sujeta la minga a la hora de miccionar, y entra con él al quirófano, no para supervisar, sino para aprender algo. Estos galenos no son precisamente esforzados mileuristas. Y no contentos con su sueldazo,  aprovechan el prestigio que confiere su cargo, para forrarse por las tardes en su consulta privada, donde una montonera de forofos panolis, acuden en procesión, felices porque: “Es que a mi me ve el médico del Madriz (así, con Z, que es como se pronuncia en la capital)”. Pues bien, este dream-team de la Medicina, tras examinar al astro del balón ha emitido un dictamen médico favorable:  
 
“Don Chin Cheto es apto para la práctica del fútbol,  al menos en la Play Station. Vale que cojea un poco, pero no menos que cualquier persona que como él, sea portador de una prótesis de cadera. Ve menos que un pez por el culo, pero eso le da un aire muy interesante cuando intenta enfocar. La miopía quedará fenomenal en las fotos publicitarias. Tiene un poquito de alergia a la hoja de secoya, pero como en España no hay árboles de este tipo, pues asunto resuelto.
 
 
 
 
Y eso que habían dicho nuestros colegas ingleses de que tenía priapismo, nada de nada. Lo que pasa es que el chaval es pollón. Nos hemos quedado estupefactos ante el tamaño del martillo pilón. No veíamos nada parecido desde el inolvidable Makelele, el mediocentro defensivo de las tres piernas. En cualquier caso, este rasgo anatómico no supone ningún inconveniente. Si no llega con las piernas o la cabeza a algún balón, podrá engancharlo con el trabuco y meterlo para adentro".
 
¿Es o no es flipante, queridos lectores? Y luego está el tema de la rentabilidad económica de los fichajes. El cacareado modelo económico deportivo de Florentino sostiene que cualquier futbolista, por caro que resulte, se amortiza en dos patadas gracias a que el jugador en cuestión,  cede sus derechos de imagen al club. Y el Madrid como es tan listo, consigue convertir a un tío rematadamente feo, como Angel DiMaria, en un sex-symbol que anuncia desde tampax biónicos a Nespresso (George Clooney está acojonadito con la competencia que se le viene encima).
 
 
Tomada de www.que.es
 
 
Eso es lo que proclama Florentino con su voz de cura rebotado y su aspecto de jefe de sección administrativa del real cuerpo de funcionarios del Estado. Pero lo que dice la hemeroteca es muy distinto. Tomemos un ejemplo reciente: Kakà. El Real Madrid pagó en su día 65 millones de euros al Milan. Le firmó un contrato a razón de 10 millones de euros anuales, cifra que ascendía a 12.5 millones incluyendo impuestos. Vistió la camiseta blanca cuatro temporadas. Total: 115 millones de euros. Deportivamente fue un fiasco, estando más tiempo lesionado que activo. Y digo yo, llamándose Kakà, ¿Nadie en el Madrid se dió cuenta de la mierda que fichaban?
 
Menos mal que el astuto Florentino recuperó la inversión cuando lo revendió al Milan por la suculenta cifra de cero euros. Sí, sí, absolutamente gratis. Fue entonces cuando los voceros mediáticos proflorentino defendieron que en una jugada maestra, el presidente, se quitaba de encima al jugador  ahorrándose los dos años de ficha que aún le quedaban, y que además el fichaje estaba más que amortizado con la venta de camisetas. Una elástica merengue cuesta 70 euros, de los cuales el Madrid se queda sólo con una parte. Aunque el importe fuera íntegro al club (que no es así), se tendrían que haber vendido 400.000 camisetas por temporada para hacer rentable el fichaje. El bello Beckham, hombre anuncio y sex-icon por excelencia no vendía más allá de 20.000 por año en su época dorada. ¿De verdad creen Florentino y sus acólitos que somos todos gilipollas?
 
 
Tomada de www.taringa.net
 
 
Ya lo cuenta entre carcajadas Aidon Bilivit: “Cuando escuché decir a Florentino Pérez la famosa frase de Este jugador ha nacido para jugar en el Real Madrid, referida a Chin Cheto, supe que nos había tocado la lotería. Vino a Londres el 15 de Mayo, y me dijo: “Aidon, tu jugador es un objetivo estratégico para el Real Madrid. Tenemos feos, guapos, ludópatas, borrachos, negros, blancos, españoles, americanos, europeos. Nos falta un gay gordito, pero Falete ya ha firmado un precontrato. Con Chin Cheto nos abrimos al mercado asiático. Sé que no juega al fútbol una patata, pero eso es lo de menos. Lo importante es que la marca Real Madrid se expanda en el universo. De hecho, te anticipo que el año que viene ficharemos a un extraterrestre, para que los habitantes de otras galaxias quieran ver también los partidos del Madrid en pay per view.
 
 
 
Te diré como vamos a hacer lo de Chin Cheto, querido Aidon: Te voy a dar los 500 millones de marras, pero no hoy, sino el 31 de Agosto, que es cuando en España se cierra el mercado de fichajes. Hasta entonces, tú te vas a pasar el verano dando una de cal y otra de arena en las entrevistas: El jugador es intransferible, el futbolista a lo mejor se va, el chico me ha dicho que se queda, nunca he hablado con gente del Madrid, me reuniré con Florentino la próxima semana. Y así todos los días. Tú ganas 500 kilos y te libras de un cojo, y yo me aseguro de que el Madrid abra todos los telediarios y sea portada de los periódicos durante tres meses seguidos. Una campaña publicitaria me saldría mucho más cara, Aidon. Por cierto, en dos temporadas te devolveré al jugador totalmente gratis, e incluso si quieres te pago algo, no lo quiero para nada”.
 
I don’t believe it, pensé. Y así fue como cerramos el traspaso de Chin Cheto, el más caro de la historia del fútbol. La suerte me sonreía, así que le lancé un último envite al presidente blanco: "Florentino, podríamos meter en la operación a mi suegra, te la doy gratis, e incluso yo también estoy dispuesto a pagarte si te la llevas. Lamentablemente, mi argucia no coló, pero merecía la pena intentarlo”. VanityFreakNews.

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